?México.-
Martín Bravo le tiene malas noticias a La Máquina. Por nada del mundo dejará a un lado su gusto por hacer goles en el estadio Azul y pone de manifiesto que tiene el arma perfecta para saciar ese capricho, la que más hace sufrir a la zaga cementera: la velocidad.
Waldo Ponce, ese refuerzo chileno que llegó a la defensa de La Noria para evitar esos eternos dolores de cabeza a Enrique Meza, fue exhibido, junto a sus compañeros, por esos “diminutos” y rápidos atacantes atlantistas que los golearon 3-0 en Cancún.
Mañana, el nuevo zaguero cruazulino tendrá enfrente a uno de los más veloces artilleros del futbol mexicano. Ese puma sigiloso que espera un balón a modo para llevarlo en un santiamén hacia las redes rivales.
En su más reciente visita al inmueble de la colonia Nochebuena, a Bravo le costó dos minutos hacer un gol. Quiere volver a anotar, porque “es muy lindo ganarle a rivales como Cruz Azul, al que siempre tenemos la obligación de ganar, por la motivación, la alegría y el significado de estos partidos”.
“Tenemos una delantera bastante rápida y trataremos de explotarlo al máximo, porque es nuestra característica”, amenaza el ariete argentino. “Velocidad, contundencia. En estos partidos es donde se demuestra de qué está hecho cada equipo”, presume.
Martín es un futbolista que prefiere enofocarse en el presente. Sin embargo, se apoya en el pasado, ese que lo coloca como uno de los verdugos que disiparon la ilusión de los aficionados celestes, cuando eran los máximos favoritos para ser campeones. Pumas los eliminó con base en “marear” al entonces superlíder, con movimientos rápidos y latigazos certeros.
Martín considera que ese partido representó un gran dolor para La Máquina y quiere continuar con su tormento ante la camiseta azul y oro, continuar invictos para quedarse con esos tres puntos que en realidad son seis por compartir el Grupo Tres.
“Sí fue un golpe duro el que le dimos a Cruz Azul en cuartos de final de la Liguilla”, recuerda con un poco de risas antes de pronunciar el diagnóstico. “Pero ya también pasó. Hay que pensar en el presente, que es fundamental. Es rival de grupo y es una buena ocasión para ganar y sumar de visita”.
El argentino espera que los azules jueguen con ansias de revertir el historial reciente, ya que cuando han tenido la playera puma enfrente en tiempos recientes, los aficionados cementeros se han quedado con más de una lágrima. Bravo piensa que La Máquina hará todo por ganar mañana.
“A lo mejor salen con ganas de buscar el partido desde el principio, a plantear así, a salir con todo”, vaticina el delantero. “Sí, pueden estar un poquito ansiosos; tenemos que manejar ese aspecto, jugar tranquilos y con calma. Obviamente, pensando en ganar”.
Total, el atacante ya sabe lo que le duele a su próximo rival.
“A Cruz Azul siempre que le quitamos la pelota le incomoda”, alardea el ofensivo. “Entonces hay que implementar nuestro juego y que podemos hacer un buen partido en su cancha como lo hemos demostrado y estar tranquilos para que se dan las cosas”.
Por si fuera poco, expone que la del Azul es una cancha que se le da. Lleva dos goles en sus presentaciones ahí.
“He metido varios goles, siempre me ha ido bien en esa cancha y espero que el sábado pueda anotar otra vez”.
