Culiacán, Sin.- El alivio que trajeron las primeras lluvias a la capital sinaloense fue efímero. Con el correr de las horas, el sol reapareció con todo su esplendor, enviando sus rayos y su calor, generando bochornos y obligando a muchas personas a buscar refugio en lugares frescos como plazas comerciales o a evitar salir de sus oficinas a toda costa.
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En Culiacán, la sensación térmica alcanzó los 39 grados centígrados haciendo que la ciudad ardiera. Los aires acondicionados de los vehículos luchaban por refrescar rápidamente tras permanecer bajo los intensos rayos del sol. En las principales vialidades de Culiacán se podían ver los rostros fruncidos de los conductores y peatones tratando de soportar el intenso calor.
María López, una residente de la ciudad, comentó: “No se aguanta el calor, ni siquiera los ventiladores ayudan. Apenas puedo salir a hacer mis mandados sin sentir que me derrito”.
Los trabajadores que realizan sus labores a la intemperie, como los agentes de tránsito y albañiles, también sufren las inclemencias del tiempo. Aunque están acostumbrados a las altas temperaturas, las condiciones extremas les resultan difíciles y causan desequilibrio. Muchos de ellos tienen que hacer pausas frecuentes, especialmente durante las horas pico para evitar golpes de calor y deshidratación.
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De acuerdo al pronóstico, se esperan lluvias en las próximas horas, lo que podría traer un respiro temporal a la ciudad. Mientras tanto, Culiacán se convierte en un verdadero horno de microondas, haciendo que más de uno desee vivir en lugares con climas más templados, como Suiza.
