Viven entre los muertos y el dolor de los deudos

Los
Mochis, Sin.- El oficio de sepulturero es uno de los
más antiguos de la historia, pasan su vida cotidiana entre los muertos y el
dolor de los familiares que les dan el último adiós.
Don Francisco labora desde 1965 en el Panteón Municipal
de la ciudad de Los Mochis, pues dice que su mamá vivía en el panteón al estar
casada con el encargado, don Enrique López, fundador del cementerio.
Al ver el oficio desde niño, creció su interés
por ayudar en las labores luego de que pasó su niñez y juventud jugando entre
las tumbas.
?Como aquí vivía mi mamá dentro del panteón
con el panteonero don Enrique López, quien fue el fundador de aquí de los
panteones, pues me quedé trabajando con él y me quedé hasta la fecha que estoy aquí?, dijo.
Platica don Francisco que cuando joven
escuchaba algunos ruidos entre las tumbas, pero dice que no le ocasionaban
miedo, pues su mamá le decía que eran ángeles con el aviso de que llegaría un
nuevo difunto al cementerio, por lo que se le hizo costumbre y con el paso del
tiempo ya era algo normal para él.
?Vivíamos adentro en la pura entrada del
panteón y yo oía ruidos en el techo porque eran láminas de fierro y oía
golpecitos y yo pues no dormía las primeras noches que caí aquí?.
??un día le platiqué a mi mamá: fíjese, mamá,
que escuché esto; y me dijo: no, hijo, no te espantes; mira, cuando oigas un
golpecito despacito es que es un angelito que van a traer; cuando oigas un
golpe más fuertecito es un cuerpo adulto?.
??y ya no les puse atención a esos golpes yo
porque ya me había explicado mi mamá cómo estaba eso, y sí, eso sí lo viví yo?,
señaló.
El recibir cuerpos desde recién nacidos,
jóvenes y adultos y andar entre el dolor de los deudos muchas veces los ha
quebrado y les ha hecho sentir también el dolor de los familiares, comenta don
Francisco.
?Nosotros no tenemos corazón de fierro,
tenemos un corazón igual que todo ser humano, sentimos el dolor de la gente
también?.
??no crea que nosotros no valemos por el
negocio que nosotros tenemos, que no sentimos sentimientos por la gente que
viene con ese pesar en ese momento, pero es nuestro trabajo y tenemos que
cumplir con él?, manifestó.
Ahora don Francisco por su edad ya no puede
hacer las labores de sepulturero, pero continúa encargándose de la limpieza y
la jardinería del panteón.
 CHG