Guasave, Sin. – Dos veces le preguntó que si estaba seguro y en ambas ocasiones le respondió que sí, don Enrique tenía un mal presentimiento y lamentablemente se le cumplió: Kike falleció tras una minilipo, presuntamente tras una mala praxis.
Fue en septiembre del 2021 cuando ocurrió el caso, lamentablemente a dos años de lo sucedido la justicia no ha llegado, por eso este lunes decidieron levantar la voz, ya que para don Enrique el dolor sigue presente, por eso llora cuando recuerda que intentó persuadirlo sin lograrlo; sólo le dio la bendición.
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“Cuatro infartos le pegaron, él antes de salir de la clínica, llegué del trabajo, hola le dije: -hijo ¿Estás seguro de lo que te vas a hacer?, -sí papi, me dijo. Te vuelvo a repetir: ¿Estás seguro?, – sí papi. Qué Dios te bendiga hijo. Ya sabía a dónde iba y desde ahí le di la bendición, le pregunté dos veces: – sí papi, estoy seguro. Así de fácil le di la bendición.
“La vanidad cuesta y hasta la vida, que estén conscientes de lo que van a hacer”, expresó con lágrimas en los ojos.
A don Enrique le impedía el habla el llanto, era evidente el dolor que le provoca recordar lo que pasó y sobre todo el hecho de saber que no ha llegado la justicia para su hijo, quien recién había contraído matrimonio.
Asegura que no estaba de acuerdo con los “arreglitos” que su hijo pensaba realizarse, era una minilipo, que después se convirtió en liposucción completa y por la que Kike pagó una cantidad irrisoria, desde ahí la sospecha vino en sobresalto.
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Por ello, hace el llamado a los jóvenes y a las personas que quieran hacerse cualquier tipo de cirugía, para que tomen consciencia, que la piensen y muy bien, que no se pongan en manos de “charlatanes” porque luego la “vanidad cuesta” y a qué precio, dijo para finalizar.