Culiacán, Sin.- Una persona en Culiacán gasta en promedio alrededor de mil pesos en transporte público en un mes. El gasto es exclusivo para dos rutas. Si la rutina se ve interrumpida o cambiada, el traslado se vuelve más costoso. Las opciones son pocas, es tomar otro camión o pagar una aplicación o a un taxi.
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Por eso, en las grandes ciudades el sistema de bicicletas compartidas comienza a cobrar auge. Este consiste en principalmente en poner a disposición de las personas bicicletas para sus trayectos cotidianos, ya sean cortos o largos.
Para acceder a este servicio puede ser mediante membresías diarias, mensuales o anuales. Además, estas bicicletas pueden ser convencionales o asistidas (eléctricas), con candado en la unidad o con sistema de anclaje en estaciones físicas (esto se refiere a la manera de asegurar y dejar las bicicletas), resaltando que los sistemas que cuentan con estaciones físicas de anclaje son más ordenados y seguros, aunque significativamente más costosos.
En ese sentido, Andrés Salazar, investigador y ejecutivo de proyectos de la organización Mapasin, advierte que gran parte del éxito de estos sistemas se debe a una combinación de buena planeación, identificación de los usuarios potenciales, ubicación de estaciones, voluntad política, financiamiento inicial, mantenimiento y buena promoción o marketing del mismo sistema.
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- Servicio de bicicletas compartidas pueden ser una respuesta a una mejor movilidad – Foto: Manuel Aceves
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- Foto: Manuel Aceves
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- Servicio de bicicletas compartidas pueden ser una respuesta a una mejor movilidad – Foto: Manuel Aceves
“Los sistemas de bicicletas compartidas pueden ser una gran alternativa para realizar viajes cortos o medios, combinar viajes ciclistas con viajes en transporte público a un costo menor en los llamados viajes de ‘última milla’, y al mismo tiempo, impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades”, señaló.
Además, urbes como la Ciudad de México y Guadalajara han significado ejemplos de éxito en la implementación de estos sistemas que además fomentan que más personas la usen y así promover más y mejor infraestructura segura para que este tipo de movilidad sea cada vez más atractivo.
Por ejemplo, en la Ciudad de México se implementó uno por primera en el 2010 mediante el sistema llamado “EcoBici”, el cual que inició con 85 estaciones físicas y alrededor de mil 100 bicicletas.
Este sistema actualmente tiene un costo anual de 521 pesos y permite hacer los viajes que se deseen sin pasar de 45 minutos por cada uno. Al día de hoy este sistema cuenta con 687 estaciones y alrededor de 9 mil 300 bicicletas en operación teniendo un promedio por día de 45 mil viajes.
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