Guasave, Sin.- José Miguel Sauceda murió en un fatal accidente en mayo del año 2017, cuando él y sus compañeros bomberos se dirigían a atender una emergencia, sin embargo, parece que la presencia del joven no se ha ido del todo del cuartel del departamento Bomberos en Guasave, pues en al menos una ocasión, unos niños aseguraron haberlo visto, a pesar de que hacía tiempo que había fallecido.
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Entre los extraños fenómenos sobrenaturales, que no son pocos los que les ha tocado vivir a los miembros del cuerpo de rescate y auxilio de Guasave, se encuentra uno en particular el que ocurrió ya hace tiempo cuando unos pequeños llegaron vendiendo burritos, y al entrar al baño aseguraron haber visto sentado y con su traje puesto a quien de cariño le decían “El Cuatito”, a pesar de que tiempo atrás físicamente había dejado de existir.
“Hace mucho tiempo unos niños vinieron a vender burritos y la mayoría de nosotros estábamos aquí sentados, entonces, uno de los niños se metió adentro donde está la sala y dicen que vieron a nuestro compañero que en paz descanse, entré al baño y de repente vi que estaba sentado el muchacho que está en el cuadro, habían visto al “Cuatito” y nosotros estábamos aquí adentro, nadie estaba afuera, pues nosotros nos sorprendimos, lo vi sentado en el sofá me dice, con todo y el equipo, como está en la foto, pues todos nos quedamos sorprendidos, hasta la piel se nos enchinó”, narró José Arnoldo.
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El integrante del cuerpo de Bomberos recordó que desde ese día los niños ya no volvieron jamás al cuartel a tratar de vender burritos, al convertirse en testigos de los fenómenos sobrenaturales que les ha tocado vivir continuamente en el organismo, aunque al parecer era la primera vez que la presencia de su excompañero se hacía notar de esa manera.
La muerte de “El Cuatito”, ocurrida luego de que la máquina extintora en la que iban a un servicio chocó contra un autobús que se les atravesó, sacudió a todos sus compañeros, pues a su corta edad ya había logrado destacar en el departamento, pero al parecer se ha negado a dejar del todo su presencia en la base del organismo, al que prácticamente entregó su vida.
