Mazatlán, Sin. – Bajas ventas reportan vendedores de productos del mar, en el tradicional mercado del embarcadero hacia la Isla de la Piedra.
En un recorrido de Línea Directa la mayoría de los comerciantes consultados dijeron que aun cuando hay poco producto, en comparación a otras épocas del año, la demanda de pescado no se incrementó como se esperaba en los viernes de cuaresma, lo que evidencia que se está perdiendo esa tradición de la iglesia católica.
Incluso mencionaron que en pandemia se tenían más ventas porque quienes salían de su casa por los alimentos, una vez a la semana, llevaban de varias opciones en una misma salida para no tener que regresar pronto, y con ello las ventas se sostuvieron.
Así lo consideró María Marbella Cruz Arias, quien dijo que la semana anterior, las pangas llegaron con más producto que este lunes, en donde la curvina, “burro”, sierra, pargo y mojarra estaba a la vista del público en espera de los clientes.
“La semana pasada si había mucho producto, hoy ya mermó. No pintó la cuaresma como debe de ser. La tradición ya se perdió porque a la gente que le gusta el pargo, ya cuesta igual que la carne”, refirió.
Por su parte, Noreida mencionó que los principales clientes son turistas nacionales que buscan pescado para el tradicional ceviche de sierra, de curvina o sábalo.
“En la mañana, muy temprano si llega gente, pero no son locales, son más foráneos, de Durango, Zacatecas, Torreón; es gente que viene de fuera”, puntualizó.
Mientras tanto Enrique Ibarra, dijo que de acuerdo a la demanda es el precio, pero que hay desde 3 kilos por 100 pesos, en el caso del “burrito”, hasta 180 el kilo de robalo.
“Todo bien; barato. 3 kilos por 100 (pesos) le damos a la gente para que se vaya contenta”, afirmó mientras realizaba la limpieza de pescados.
Los comerciantes dijeron que para este jueves y viernes tienen una última oportunidad en esta cuaresma 2023, para que se incrementen las ventas, ya que, además, para esos días es cuando llega una mayor cantidad de turistas a Mazatlán, por lo que esperan tener un respiro comercial.