Tenía una vida estable, familia y buen trabajo ¿Qué le pasó a Dulce en Sonora? Desapareció por 14 años

Guasave, Sinaloa. Tenía una vida estable, familia y un buen trabajo en Caborca, Sonora, es el caso de Dulce Irene, de 42 años de edad, quien se perdió y se alejó de los suyos por 14 años. Ella fue localizada en Sinaloa hace unas semanas, estaba sola y encerrada en un rincón del municipio de Guasave, a casi 800 kilómetros de distancia de su hogar, no fueron las drogas ni otras adicciones, su problema fue la esquizofrenia, una de las enfermedades mentales que se consideran incomprendidas por la sociedad.

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Su caso ha llamado la atención de especialistas, porque de acuerdo a los relatos de sus familiares, (que nunca se cansaron de buscarla), señalan que padecía de depresión y ansiedad, al grado de que un día salió de su casa por la mañana y ya no volvió, dejó a su marido y dos hijos varones, que en ese entonces tenían seis y 11 años, y era gerente de una tienda comercial en Caborca, pero solo bastó una crisis para desaparecer del mapa.

Patricia Camacho, directora de Prevención Social del Ayuntamiento de Guasave, quien estuvo a cargo del reencuentro entre Dulce y su familia, señaló que no fue víctima de algún delito, simplemente fue víctima de su propia mente a sus 28 años, un ejemplo tangible de que a cualquiera le puede pasar.

“Ella estaba casada con dos hijos y vivía en la casa de su mamá, de ahí salió y ya no volvió, no la encontraron por tantos años. Ella había entrado en un cuadro de depresión y ansiedad y fue lo que comentó la señora (mamá de Dulce), pero ella trabajaba de gerente en una tienda comercial, era una madre de familia responsable con sus hijos, situación que nos puede pasar a cualquiera de nosotros”, precisó.

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Sus familiares nunca se cansaron de buscarla, sus hijos pequeños salían a las calles de Caborca a pegar carteles, iban a los cortes de uva y hortalizas a colocar en los postes la foto de su mamá, se recorrieron todo Sonora sin tener un norte sobre el paradero de Dulce. Cuando tomó auge las redes sociales posteaban lo mucho que la extrañaban, cada Día de las Madres y cada 11 de abril, que es la fecha de su cumpleaños, y pese a que transcurrió tanto tiempo, nunca perdieron la fe de volverla a ver.

Fue ese momento mágico que se vivió en las instalaciones de la Policía Municipal de Guasave el pasado 29 de enero: Dulce tuvo una videollamada con sus hijos, ahí con las lágrimas en sus rostros recordaron la canción que les cantaba su mamá cuando eran pequeños: “Suerte he tenido”, de los Alegres de la Sierra, y al siguiente día ambos acompañados de una guitarra le cantaron a su madre.

La búsqueda incansable de sus hijos y el recuerdo de la voz de su mamá les quedó muy clavada, que ahora ellos se dedican a la música, uno tiene 20 y el otro de 26 años, el más grande ha saltado a la fama, es segunda voz del cantante regional Luis R. Conriquez, quien se la lleva en gira por todo México y Estados Unidos.

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Actualmente, tras una semana del reencuentro, Dulce se encuentra estable, está en su casa en Caborca, Sonora, bajo tratamiento controlado por su esquizofrenia, tiene la supervisión de sus familiares, ellos están al pendiente de ella, pues no quieren volver a vivir aquel viacrucis de una búsqueda sin dirección.