Culiacán, Sin. – Este jueves, la memoria del joven jugador de béisbol Jorge Corvera Carrillo evocó sentimientos encontrados en la comunidad, generando momentos de nostalgia que se expresaron a través de risas entre lágrimas y momentos de respetuoso silencio.
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Jorge Corvera Carrillo, presente en la lista de personas no localizadas del trágico accidente del autobús 502, viajaba junto a su madre y, desafortunadamente, no lograron retornar a casa.
Globo dedicado para Jorge Corvera Carrillo de la escuela Secundaria Técnica #92. Foto: Cortesía
A pesar de que la Fiscalía General del Estado aún no ha revelado la identidad de los restos recuperados del accidente, la esperanza se desvanece con el paso del tiempo. Diversos clubes deportivos han enviado condolencias, y los compañeros de Jorge, cariñosamente conocido como “El Chino”, han expresado su pesar mediante mensajes y gestos de amor, plasmados en el pintarrón del aula a la que, lamentablemente, ya no podrá regresar.
Algunas expresiones de amor plasmadas en el aula son: ‘Te amo, chinito’; ‘Te fuiste y no me avisaste, chino, te queremos’.”
La maestra Cibeli fue una de las que recordó las dinámicas y momentos que compartió con el pequeño Chino, entrevistada al respecto dijo lo siguiente:
“Era un niño muy alegre, muy entusiasta, amigable, atento, caballeroso y respetuoso con sus compañeros también. Era un niño que tenía facilidad para convencer a las personas, para acercarse y entablar una conversación. Siempre se le veía como una luz, con esa sonrisota que lo caracterizaba y sus ojotes chinitos; cada vez que sonreía, se le hacían más chinitos. Es un niño muy difícil, muy difícil de olvidar. Lo recordamos mucho a Jorge y lo vamos a extrañar mucho”.
Silla en el que se sentaba Jorge Corvera Carrillo de la escuela Secundaria Técnica #92. Foto: Cortesía
La profesora Clara Teresa Aguirre lo describe como un jovencito dinámico, activo y participativo con la mayoría de los estudiantes de la escuela, misma razón que los ha sumido a todos en una tristeza profunda desde el momento que supieron lo que había pasado con el camión en el que viajaba de vuelta a Culiacán.
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En la butaca del chinito destacan una bolsa de papitas, algunas flores y una hoja de papel donde se deja claro a quién pertenece ese lugar que nadie podrá remplazar.
