Guasave, Sinaloa. El impacto del tipo de cambio entre el peso y el dólar sigue siendo un tema de interés para los mexicanos, especialmente ante las fluctuaciones recientes de ambas monedas. Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, ha profundizado en cómo estas variaciones afectan no solo al sector empresarial y exportador, sino también al consumidor final.
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Ibarra explicó que, aunque el tipo de cambio actual podría hacer parecer que el peso se ha depreciado, en realidad México ha mantenido una economía relativamente estable frente al dólar. Esto se debe a que la economía mexicana ha mejorado nominalmente en los últimos años. Sin embargo, en términos del poder adquisitivo las variaciones pueden percibirse con mayor intensidad, especialmente para aquellos en el extranjero que solían ver mayor rendimiento al cambiar sus dólares a pesos en el pasado.
“Hace cinco años 19 pesos compraban más; ahora, aunque nominalmente el peso parece depreciarse, ha habido una apreciación del peso en su capacidad adquisitiva frente al dólar debido a una pérdida de productividad en Estados Unidos”, comentó.
Uno de los puntos clave que mencionó Ibarra es cómo el tipo de cambio alto puede incentivar el consumo interno, ya que, al aumentar el valor del dólar el costo de importar productos también sube. Este aumento de precio en productos importados hace que los consumidores opten por bienes y servicios de origen nacional, lo cual puede ser beneficioso para la economía mexicana.
En este sentido, el encarecimiento de productos provenientes del extranjero puede desincentivar las compras externas y fomentar el consumo local, lo que ayuda a proteger a las empresas nacionales de la competencia internacional.
“Más del 20 % de los productos, bienes y servicios que se consumen en México son importados. Con un dólar caro las importaciones se vuelven menos atractivas, lo cual, aunque parezca negativo, puede ser favorable para la economía interna”, señaló Ibarra.
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Añadió que la preferencia de los mexicanos por tiendas y aplicaciones extranjeras de e-commerce, como Shein o Temu ha afectado a las empresas mexicanas, pues estas plataformas han crecido rápidamente en el mercado nacional y han capturado la atención de los consumidores.
El impacto en los exportadores y la industria mexicana
Para los exportadores nacionales un tipo de cambio alto puede significar mayores ingresos al recibir dólares por sus ventas, lo que les permite obtener mayores ganancias al convertir estos dólares a pesos. Sin embargo, Ibarra subrayó que el impacto no es homogéneo. Los exportadores internacionales que suelen manejar sus cuentas en dólares y están menos expuestos a las fluctuaciones del tipo de cambio, no experimentan tantas afectaciones como los exportadores nacionales, quienes sí pueden enfrentar problemas debido a que sus cuentas están en pesos y los costos operativos, como salarios y electricidad, están incrementando.
“Los exportadores nacionales han sido especialmente vulnerables ante estas variaciones, porque mientras sus costos en pesos aumentan, el cambio en el valor del dólar no siempre juega a su favor”, explicó.
En este contexto, las empresas exportadoras enfrentan el reto de mantener sus márgenes de ganancia y adaptarse a un entorno donde las fluctuaciones en el tipo de cambio pueden impactar directamente sus costos de producción y operaciones.
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Respecto a los consumidores, Ibarra subrayó que el impacto del tipo de cambio en su vida cotidiana es menor en comparación con décadas anteriores cuando México dependía más de deuda externa y el precio del petróleo influía directamente en las finanzas públicas, y por ende en el tipo de cambio. Sin embargo, el alza en el dólar sí podría afectar indirectamente el costo de algunos productos importados como ciertos alimentos, aunque estos efectos suelen manifestarse de manera gradual y no de forma inmediata.
Actualmente factores como la inseguridad y los incrementos salariales son algunos de los elementos que también influyen en los costos de las empresas y podrían tener un impacto más directo en los precios que paga el consumidor final.
“Al ama de casa que va al mercado todos los días, el tipo de cambio casi no le afecta de forma directa. Lo que realmente puede hacer variar el costo de la canasta básica son factores internos como los salarios y la seguridad, que aumentan el costo de producción y distribución”, puntualizó.
El panorama para la inversión extranjera y la tensión con China
Ibarra también abordó las tensiones internacionales, particularmente entre Estados Unidos y China, y cómo estas pueden afectar la economía mexicana. Ante la creciente preocupación en Estados Unidos y Europa por reducir su dependencia de las cadenas de valor chinas, México se ha posicionado como un posible aliado estratégico. De hecho, el canciller Marcelo Ebrard declaró recientemente que México respalda a Estados Unidos en caso de una guerra comercial con China, lo que podría repercutir en el flujo de inversiones hacia México.
Sin embargo, este panorama también genera incertidumbre sobre la atracción de inversiones extranjeras a México. Ibarra mencionó un caso específico de Sinaloa, donde se había planeado atraer una inversión china para una planta automotriz, la cual quedó en pausa debido a las tensiones comerciales y las posibles represalias de Estados Unidos.
“Aunque se fomenta la atracción de inversiones, es necesario tener en cuenta que Estados Unidos podría tomar represalias comerciales contra México, y eso crea un entorno de mayor cautela para las empresas extranjeras que desean invertir en el país”, señaló.