Culiacán, Sinaloa. Desde temprana hora la señora Aída Ortega Sandoval, de 69 años, llegó al Hospital General de Culiacán, pues se había llegado el día de que los pacientes serían trasladados a las nuevas instalaciones, entre ellos su esposo.
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Sin embargo, cuando le tocó el turno de ser trasladado a su esposo, ella y su familia iban atrás de la ambulancia y en una silla debajo de una carpa, afuera del hospital, esperó por horas para recibir una noticia de su esposo.
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El miércoles pasado el señor Javier Hernández, de 70 años, su esposo, fue intervenido quirúrgicamente a las 3:00 de la tarde debido a que tenía un tumor canceroso en las cuerdas vocales.
Su operación duró casi 12 horas y durante ese tiempo la señora Ortega estaba “con el Jesús en la boca”, al menos así lo narró, pero afortunadamente la cirugía fue todo un éxito.
“Su operación duró casi 12 horas. Yo estaba con ‘el Jesús en la boca’ porque nada más estaba yo arriba. Abajo estaba mi familia, pero no fue igual. Pero bendito sea Dios, todo salió muy bien. Y de ahí para acá el doctor, desde aquí, se va a ir al hospital, al viejo, ¿qué dicen aquí? Al General viejo para estar al pendiente de mi esposo”, dijo.
La señora Aída Ortega y su esposo son de un pueblito cerca de Mazatlán, El Barrón, y desde que internaron a su esposo está yendo y viniendo algunos días y otros le ha tocado quedarse a dormir aquí en Culiacán.
Ella está haciendo el esfuerzo y sacrificio de comprar lo que le piden, además del apoyo que le brinda el hospital, pues lo único que quiere es que su esposo se recupere lo más pronto posible.
“Entonces para mí, hago el esfuerzo y el sacrificio de que lo que me piden yo les voy a comprar. Y ojalá que lo usen. Y si no lo ocupo, pues lo dono”, expresó.
Aunque ha escuchado muchas quejas de otros familiares que también tienen pacientes, la señora Aída no tiene ninguna, pues de viva voz destacó que le han brindado muy buena atención a ella y a su esposo tanto los doctores como personal de Salud.
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Al señor Javier le detectaron el tumor el año pasado y empezó a perder la voz. A él lo operaron de urgencia de una úlcera el 05 de abril del año pasado, pero después de ese tiempo su salud empezó a empeorar y lo mandaron con un otorrinolaringólogo, y en un principio se creía que habían golpeado sus cuerdas vocales, porque cuando lo operaron de urgencia le intubaron, pero la doctora comprobó que tenía un tumor y aunque se esperaba que no fuera canceroso, la situación fue otra.
Ahora, el señor Javier se continuará recuperando desde el nuevo Hospital General de Culiacán, lo que mantiene tranquila a la señora Aída.
