Sinaloa. En julio de 2023 la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó al espacio el telescopio Euclid, una misión de gran relevancia científica destinada a cartografiar el universo y desentrañar el misterio de la energía oscura, que representa aproximadamente el 75 por ciento del universo.
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Entre los 2 mil científicos de todo el mundo que colaboran en este proyecto se encuentra Benjamín Camacho Quevedo, un joven originario de Guasave, Sinaloa, quien se ha convertido en el único mexicano involucrado activamente en esta ambiciosa misión espacial.
Para Benjamín, formar parte de una misión de esta magnitud ha sido una experiencia enriquecedora. Foto: cortesía.
En entrevista para Línea Directa, Benjamín compartió los detalles de su participación en esta misión, que comenzó con el lanzamiento del telescopio Euclid desde Florida a bordo de un cohete de SpaceX. Ahora el telescopio se encuentra ubicado en un punto de Lagrange, una región del espacio que permite una observación eficiente del universo.
“Euclid, el telescopio, lleva el nombre en honor a Euclides, que es como el padre de la geometría que conocemos, la geometría plana como la conocemos. Y la idea de esta misión es un poco entender cuál es el contenido energético del universo, además de la geometría, la forma que tiene el universo”, comenta.
La misión de Euclid es crear un mapa detallado de las galaxias, un proyecto que Benjamín considera crucial para comprender cómo se distribuyen y agrupan.
Latinos que trabajan en la misión espacial del Euclid. Foto: cortesía.
“El telescopio tiene dos tipos de instrumentos principales: uno para cartografiar la posición y distancia de las galaxias, y otro, un espectrógrafo, que nos permite conocer con precisión esas distancias”, explicó.
Esta información es fundamental para estudiar el fenómeno de Galaxy Clustering, o agrupamiento de galaxias, que tiene relación con la expansión del universo.
Para Benjamín, formar parte de una misión de esta magnitud ha sido una experiencia enriquecedora, no solo desde el punto de vista científico, sino también cultural.
“Estas colaboraciones internacionales te exponen a distintas culturas y formas de trabajo. Es interesante ver cómo la ciencia se organiza a nivel global y cómo, aunque los mexicanos somos pocos en este tipo de proyectos, tenemos una presencia importante”, señaló.
La carrera de Benjamín en cosmología comenzó mucho antes de Euclid, con sus estudios de licenciatura, pues es el primer Licenciado en Astronomía de México, egresado de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio en la Universidad Autónoma de Sinaloa, y posteriormente con una maestría en astrofísica y cosmología en Universidad de Barcelona. Ahora, como doctorando, trabaja en modelos matemáticos que ayudarán a interpretar los datos que Euclid comenzará a generar a finales de 2024.
Una aproximación al Universo a través de los ojos de Euclid: cúmulo de Perseo (centro); nebulosa Cabeza de Caballo (arriba e izquierda); cúmulo globular NGC 6397 (arriba y derecha); Galaxia irregular NGC 6822 (abajo e izquierda); galaxia espiral IC 342 (abajo y derecha). Foto: cortesía.
“Estamos en la fase de validación de los instrumentos, pero las primeras imágenes ya son impresionantes”, menciona emocionado.
A pesar de los desafíos que implica trabajar en un proyecto tan complejo, Benjamín se siente motivado por el aprendizaje continuo que le ofrece.
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“Lo que más me ha enriquecido es la oportunidad de participar en un esfuerzo internacional que nos permite ver el universo desde una perspectiva totalmente nueva”, concluye.
Con el análisis de datos reales en el horizonte, Benjamín Camacho Quevedo sigue escribiendo su nombre en la historia de la exploración espacial, representando no solo a México, sino también a una nueva generación de científicos latinoamericanos dispuestos a desentrañar los secretos del cosmos.
