Guasave, Sin.- ¡Así, literal, era un ángel! Dios se los prestó por menos de dos meses, nació precisamente un 01 de noviembre del 2011, hoy estaría cumpliendo 11 años de edad, en cambio, sus padres madrugaron al panteón con flores azules en sus manos y una pequeña corona del mismo tono a dejarle en su tumba.
Es un dolor que no se supera, se aprende a vivir con él solamente, dijo su madre, con las lágrimas a punto de salir de sus ojos, con la voz quebrada y el semblante afectado por el dolor, cuando recuerda el día en que sus brazos quedaron vacíos; ya estaba destinado, le pusieron por nombre Ángel Osiel, por haber nacido este día, sin saber que Dios lo reclamaría como uno de ellos y en la víspera de la Navidad, en plena Nochebuena, se los recogería.
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En la pequeña tumba donde una gran fotografía cubre el altar, estaba también su padre, igual de afectado que su esposa, también su hermanita menor que no alcanzó a conocerlo.
“Estaba muy grande, estaba lleno de vida y aquí está mi hijo, hoy cumple 11 años Ángel Osiel, le dieron cinco ataques (al corazón), no aguantó, de repente, se puso malo el día 23 (de diciembre) y el 24 para Navidad cuando estaba la tronadera de cuetes en Culiacán nos estaban dando la noticia”. “Siempre va a estar en nuestro corazón”. “Fue muy doloroso, aquí estamos, venimos cada que podemos, especialmente hoy que cumple años y que es día de los angelitos”. “Es un angelito que tenemos allá arriba, Dios sabe por qué hace las cosas, este dolor no se supera, a nadie se le desea, es muy triste la verdad”, narraron los afligidos padres, pues nunca se borra el amor y el dolor.
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Con el dolor a cuestas y haciendo esfuerzos por contener las lágrimas, buscan explicaciones al infortunio que sufrieron, al lamento de estos 11 años que se quedaron con los brazos vacíos, por quizá la negligencia que sufrió su pequeño bebé, pero a la que no quisieron buscar culpables, pues no tenía caso, nada ni nadie se los podrá regresar, más bien, “no era de este mundo”.