Choix, Sin.– Habitantes de la comunidad de La Chirimoya, Choix, viven prácticamente incomunicados, a pesar de que llevan años gestionando a diferentes autoridades su apoyo para que, con maquinaria pesada, abran caminos o, mínimamente, una brecha que les permita tener una entrada y salida a la “carretera” para estar conectados con el resto del municipio.
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Don Jesús Manuel Zayas Urbina, vecino de este lugar, aun guarda en su corazón el triste recuerdo de cómo, desesperadamente, entre la espesa vegetación de la zona serrana de Choix, trató de ayudar a su suegra, una adulta mayor, a llegar a una clínica de salud para recibir atención médica.
Sus esfuerzos sobrehumanos de llevarla sobre la espalda, en picada, entre árboles, ramas y piedras, tratando de abrirse camino solamente con su cuerpo, mientras su suegra iba en decaimiento físico, fueron en vano, al final, ella no alcanzó a llegar al hospital.
“Se ofrece por una enfermedad, a mí me ha tocado sacar gente en el lomo, en palancas, a mi suegra así la sacamos, pero se murió mi suegra, vivía para este lado y tampoco tenía carretera, camino, brechas. Hacen falta por las enfermedades”, lamentó Manuel Zayas.
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- “Se murió mi suegra, no hay caminos ni brechas”: Incomunicados, así viven en La Chirimoya, Choix
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- “Se murió mi suegra, no hay caminos ni brechas”: Incomunicados, así viven en La Chirimoya, Choix
En esta parte de la sierra, el único camino que comunica con el resto del municipio es sumamente estrecho y solamente se puede acceder en camioneta (es imposible que un vehículo chico pueda transitar), además, está en muy mal estado.
Algunas madres y sus hijos pequeños “trabajan” arreglando el camino con palas y rellenando los hoyos con piedras a cambio de monedas, por parte de las personas que transitan por la zona y los transportistas con carga de madera que bajan desde Chihuahua.
Para las personas como don Jesús Manuel, que no tienen una camioneta (siendo la mayor parte de la población de las comunidades serranas) la única opción de bajar es a pie o raite, porque es económicamente imposible pagar “la rápida”, la camioneta-transporte de la sierra.
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Pero, para las comunidades asentadas alrededor de la espesa vegetación, como La Chirimoya, el problema es más grave: no tienen entradas o salidas, es decir, están incomunicadas.
