Culiacán, Sin.- En Culiacán, los árboles de amapa han iniciado su floración, un espectáculo que si bien es llamativo a primera vista, ha encendido las alarmas entre los ambientalistas, quienes lo ven como un signo preocupante del cambio climático.
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La amapa, conocida como el árbol primavera, se destaca por sus flores amarillas, moradas y rosas, visibles en colonias como Las Quintas y otros lugares de la capital sinaloense, según un recorrido realizado por el equipo de Línea Directa.
En una entrevista con Isabel Mendoza Camacho, directora de Sociedad en Acción Sinaloa (Sucede), expresó su preocupación por la alteración en el equilibrio ecológico. Mendoza señaló que este fenómeno es inquietante en invierno, ya que normalmente ocurre durante la primavera.
“Lo vemos evidentemente en el parque de las Riberas, en estas colonias de antaño como La Campiña y Las Quintas. En la propia carretera nos percatamos que las amapas están floreciendo en enero, y esto nos habla de un desequilibrio importante y de los impactos que el cambio climático está teniendo. Son cuestiones que quizás pasan desapercibidas, pero estamos hablando de que el ciclo se está adelantando, por tanto, los procesos de polinización se van a ver afectados. Hay un desequilibrio”, advirtió.
Mendoza destacó que esta floración temprana podría afectar la sincronización con los ciclos de polinización y la disponibilidad de polinizadores. Hizo un llamado urgente para prestar atención a estas señales, ya que el adelanto de ciclos naturales puede desencadenar una serie de efectos en cascada en los ecosistemas, afectando la interconexión de la vida vegetal y animal.
Subrayó la importancia de monitorear y comprender estos fenómenos, la directora de Sucede instó a tomar medidas adecuadas de conservación y adaptación para preservar la salud y el equilibrio de nuestro entorno.
“Tenemos que empezar a estudiar estos fenómenos que se están presentando con muchísima más frecuencia. Año con año vemos sequías nunca antes vistas, heladas que no habían pasado, olas de calor. Entonces, esto es una preocupación inminente que nos obliga a tomar cartas en el asunto. Los ciclos agrícolas y de pesca se están modificando. Sinaloa es un estado que en gran medida depende de las actividades primarias, por lo que no poner atención pone en riesgo la economía del estado”, expresó.
Entrevistada a orillas del río Tamazula, la activista ambiental observó la presencia de patos canadienses en plena escala migratoria, un espectáculo que contrastaba con la lamentable imagen de basura esparcida en medio del bosque. Entre los desechos destacaban plásticos, botellas y otros elementos contaminantes.
“Necesitamos que las políticas públicas atiendan el tema de una manera muy integral, no podemos seguir viendo de manera desarticulada el tema económico, el tema social y el tema de salud, invariablemente siempre van a estar conectado. Se dice en políticas públicas que por un dólar que inviertas en temas ambientales te vas a ahorrar 8 dólares en otros temas como el de salud, entonces, tenemos que apostar desde las políticas públicas”, comentó.
Mendoza destacó la importancia de abordar el problema de la basura, aludiéndolo como uno de los principales contribuyentes al cambio climático debido a la emisión de gases de efecto invernadero durante su descomposición. Explicó que cuando la basura orgánica, como restos de alimentos y materiales biodegradables, se descompone en vertederos o basureros, libera gases perjudiciales como el metano y el dióxido de carbono.
El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono. Cuando estos gases se liberan a la atmósfera, contribuyen al calentamiento global al atrapar el calor del sol y aumentar la temperatura de la Tierra.
Otras causas del cambio climático son: la quema de combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas natural, la tala masiva de bosques para la agricultura, la urbanización y otras actividades humanas.
Asimismo, procesos industriales, como la fabricación de cemento y acero, la combustión de gasolina y diésel en vehículos, además de alteraciones en el uso del suelo, como la conversión de humedales y la urbanización, por mencionar algunos.
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