Culiacán, Sin. – La costumbre se remonta a hace 20 años. Surgida como una iniciativa para promover la lectura se convirtió en una tradición que cada 29 de septiembre se vuelve obligatorio en la celebración del aniversario de la ciudad. Regala un libro.
Y la tradición es reanudada.
Esta vez fue retomada por Pro-Educa, Institución de Asistencia Privada que brindó apoyo a la notaría Díaz Salazar y Asociados, la cual sembró la semilla que sigue dando frutos hoy día.
Sigue toda la información de Culiacán en la sección especial de Línea Directa
A un costado de la plazuela Álvaro Obregón, un grupo de personas buscan acomodo entre las sillas dispuestas para presenciar un espectáculo previo al acto de regalar un libro. El intercambio que año con año se hace ha significado que las personas lectoras coincidan en ese espacio.
Los 492 años de Culiacán son además un pretexto justo y necesario.
Todo tipo de libros en el evento, que tuvo además participación de artistas locales, significando además un impulso al talento de casa. Todo girando en torno a las letras.
Estante de la librería local “la señora Galloway”. Foto: Aarón Ibarra
Un ejemplo es la librería local “la señora Galloway” e incluso la Escuela Diseño y Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), entre otros expositores. Todo para los de casa, según explicó Clarissa Guillén, integrante del equipo de Pro-Educa.
“Y por qué hacerlo en el aniversario de Culiacán, porque pensamos que es una fecha ideal para estrechar lazos familiares y con amigos y sembrar la tradición de regalar o intercambiar un libro”.
-
- Tradición “Regala un libro” en el 492 aniversario de Culiacán. Foto: Aarón Ibarra
-
- Tradición “Regala un libro” en el 492 aniversario de Culiacán. Foto: Aarón Ibarra
-
- Tradición “Regala un libro” en el 492 aniversario de Culiacán. Foto: Aarón Ibarra
Podría interesarte: ¡Ya empezó! Con misa y la tradicional partida del pastel celebran el “492 Aniversario de Culiacán”
Así se ha mantenido. De mano en mano el texto es compartido, intercambiado. Ya sea para sumergirse en 20 mil leguas de viaje submarino o pensar en un país en donde la gente ha perdido la capacidad de mirar afectados por una ceguera blanca.
También la lectura infantil con cuentos clásicos, y por qué no, también de poesía, a cargo de la artista local Judith Cárdenas. Ese es el legado de esta reanudada tradición.
Regala un libro.
