Los Mochis, Sinaloa.- La propuesta de reforma al Poder Judicial del presidente López Obrador no busca eliminar vicios o fallas para que lo importante sea una justicia pronta, completa, imparcial y gratuita, solo quieren sustituir a jueces, ministros y magistrados y que ocupen los cargos personas populares, sin reunir los requisitos técnicos, opinó Juan Enrique Pada Seer.
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En plática ofrecida a profesionales del derecho agremiados a la Federación de Abogados de Sinaloa, el juez federal afirmó que la propuesta de reforma se centra en la elección de los juzgadores mediante el voto popular y los aspirantes cumplirían requisitos muy básicos, sin la experiencia que se requiere.
“No hay un elemento al respecto porque básicamente la reforma se centra en eliminar y sustituir a los ministros, magistrados y jueces federales, locales de todos los tribunales de justicia locales, para sustituirlos por otros que sean por voto directo, por voto popular, aun y cuando estos nuevos jueces no cumplan con todos los requisitos”, dijo.
El juez federal Ricardo Pablos Félix advirtió que de prosperar la reforma en los términos planteados por el actual presidente de México habrá despidos masivos y se van a violentar los derechos humanos que se contemplan en la Constitución en su artículo primero.
Comentó que los juzgadores no son políticos, no deben de ser populares porque los asuntos que se atienden tienen que concluir con un fallo objetivo e imparcial y los cambios que se proponen en la reforma atentan contra el Poder Judicial que no tendría la garantía de la no regresión y de progresividad.
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“Se atenta sobre todo al Poder Judicial, al servicio profesional de carrera, aquellos compañeros que incluso ya son secretarios, ellos serían los idóneos para que queden como jueces, si es que nos quieren correr, sin un juicio previo, sin ningún derecho de audiencia, violentando todos los derechos, por una voz que dice todos son corruptos”, expuso.
El juez José Noé Egure Yáñez manifestó que los juzgadores no tienen que ser populares porque corren el riesgo de involucrar sus sentimientos en la solución de problemas fiscales, penales, civiles, y mercantiles, entre otros, y su conducta debe ser garantizar la objetividad.
