Culiacán, Sin.- La tarde de este
miércoles se llevó a cabo la declaración preparatoria de los tres presuntos
responsables de privar de la vida a los surfistas australianos Dean Lucas y
Adam Russell Coleman; dos de ellos se reservaron el derecho a hablar ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia del Ramo Penal.
La consignación se realizó
durante la noche del pasado martes, la cual fue por el delito de homicidio
doloso ante el juzgado en mención.
A las 12:40 horas fueron llamados
a la reja de la sala de audiencias Julio César González Muñiz, de 27 años, de
quien se dice es líder la banda; su primo Martín Rogelio Muñiz Ponce, de 27, y
Sergio Simón Benítez González, de 37 años. Como primer paso se les tomaron sus
datos generales y se les hizo saber el delito por el cual son acusados por el
agente del Ministerio Público.
Una vez concluida la toma de
generales, el primero en darle lectura a su declaración ministerial fue Martín Rogelio Muñiz Ponce; los otros dos abandonaron la sala para esperar su
turno.
El secretario inició con la
declaración ministerial en donde hacía referencia Martín Rogelio que entre los
involucrados se habían puesto de acuerdo para robar a los automovilistas que
circularan por la carretera Benito Juárez, de preferencia de norte a sur, porque
era más probable que vinieran procedentes de Estados Unidos.
Para ello llamaron a Sergio Simón
Benítez González para que hiciera la función de puntero y este avisara sobre el
arribo de la ley, referencia a las autoridades, para no tener problemas, además
de dar características de vehículos que pudieran ser un objetivo clave para
asaltarlos.
Una de las primeras víctimas
fueron dos personas que tripulaban un vehículo Jetta, color rojo, con placas de
California, a quienes despojaron de
dinero americano y pertenencias, las cuales fueron repartidas en partes iguales
entre las cinco personas que integraban esta banda, leía el secretario del
juzgado segundo.
A los días asaltaron a una
camioneta Tacoma y otra unidad de la marca Nissan, obteniendo dinero y
celulares, pero decidieron dejar pasar un tiempo para no calentar el terreno.
En esos cuatro o cinco días se
dedican a comprar más armas y conseguir uniformes policiales, de los cuales
señalaron los consiguieron con una persona que perteneció a corporaciones y que
eran originales.
Fue el 20 de noviembre cuando nuevamente se organizan estas cinco personas para robar en la rúa también
conocida como ?La Costera?, ya con esta vestimenta policial y entrada la noche
es cuando Sergio Benítez González da aviso vía radio a su colaboradores sobre
la camioneta donde viajaban los australianos, de la cual refiere los colores, y
que además portaba bicicletas en la parte posterior.
Fue cuando la vieron pasar que le
dan alcance con la camioneta Jeep Cherokee, la cual portaba luces similares a
las de las policías, por lo que los tripulantes extranjeros detienen la marcha.
Según el relato de la declaración
ministerial de Martín Rogelio Muñiz Ponce, es Luis Enrique Espinoza Bojórquez, a
quien apoda ?El Chómpiras?, quien baja a una persona que no portaba camisa y
sólo vestía un short oscuro, con rastras, y la sube a la camioneta Jeep
amenazado con una escopeta mini 14; el otro extranjero viaja en la parte
posterior, mientras que la maneja otro de los implicados de quien no se explica
a detalle.
Fue al bajar al acotamiento de la
carretera, sobre unas brechas que cruzan por unos campos de cultivo, cuando esta
persona de short y rastras se baja del vehículo, por lo que es perseguido
por Luis Enrique Espinoza Bojórquez y se enfrascan en una pelea, en la cual
también interviene Jesús Uriel Camacho Labrada, pero estos eran superados en la
disputa; por ello, Julio César González Muñiz toma su arma calibre .357 Magnum y
dispara, hiriendo en el rostro a quien se presume sea Adam Russell Coleman.
Después de este altercado,
molestos, los llevan hasta el canal lateral 48 ubicado en Juan Aldama ?El
Tigre?, y es cuando la persona apodada ?El Chómpiras? le pide el arma a Julio
César González Muñiz, se introduce por la puerta del copiloto de la unidad
Chevorlet Chevy y dispara en por lo menos cinco ocasiones; en el relato
ministerial no dice cuántos disparos le propinó a cada persona.
Presuntamente, Julio César
cuestiona a ?El Chómpiras? de por qué los asesinó; le responde que: ?si no
matamos a los gringos, nos van a denunciar?, por ello retiraron las placas de
automotor, y con unas cobijas que portaban estas personas prendieron fuego,
para después abandonarla.
Fue a los días posteriores que en
los medios de comunicación se enteraron que la unidad que se localizó calcinada
en la sindicatura del municipio de Navolato podría ser de dos personas que
estaban desaparecidas; vieron la gravedad del problema pero no decidieron
escapar, ya que todos conocían el riesgo.
Al concluir con la lectura del
expediente, se le preguntó a Martín Rogelio Muñiz Ponce si era su deseo
declarar, al que decidió reservarse su derecho, misma situación que guardó su
primo Julio César González Muñiz, en el mismo relato de estos hechos.
Quien sí tomó la palabra fue el
tercer imputado, Sergio Simón Benítez González, quien en su defensa manifestó
que el apenas hace un mes y medio conocía a las cuatro personas, pues lo
contactaron vía telefónica para que realizara la función de ?puntero? para
asaltar a los usuarios de vehículos.
Además, agregó que nunca dio
referencia de que la unidad Chevrolet Chevy donde se presume viajaban los
australianos fuera detenida y asaltada; incluso, fue hasta el siguiente día 21
de noviembre cuando vio en las noticias que se localizó dicha unidad calcinada con
dos cuerpos en las mismas condiciones, por lo que tuvo el presentimiento de que habían
participado su compañeros, y fue al preguntarles que si habían sido ellos, ?El
Chómpiras? le contestó que lo hizo porque se habían pasado, y era para que no
denunciaran ante las autoridades.
Sergio Simón explicó que les dijo
que él no trabajaba así, por lo que regresó el equipo de radio, pues ya no
quería saber nada de ellos.
Al final, la defensora de oficio
no solicitó la duplicidad del término constitucional, por lo que se basará en
las horas que otorga la ley para dialogar con sus defendidos y prepararse para
el proceso penal que se viene. EAM