Mazatlán, Sin. – El respaldo de mantener en las calles aun a las fuerzas armadas hasta el 2028, y permitir que la Guardia Nacional sujeta al mando de la Sedena, es una estrategia de lucha y seguridad del Presidente de México, quién probablemente hoy se siente rebasado para tener orden en el país, pero que debe llevar también a la reflexión en lo corto, apuntó José Antonio Serna Valdés.
El presidente de la delegación de la Confederación Nacional de Abogados en México en Sinaloa dijo que más allá de esta aprobación por el Senado de la República, sobre la cuestión de las fuerzas armadas en el país, implica ir más allá, de quién deberá poner orden en las acciones operativas y que no se corrompan, como ha sucedido en las corporaciones de seguridad pública de índole pública.
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“Qué pasará si, así como las corporaciones civiles, policiacas que se les ha perdido la confianza, por eso es que se están recurriendo a estas fuerzas militares castrenses, como estrategias del presidente las está haciendo, ya según lo dicho, qué pasara cuándo se empiecen, sino es que existe corrupción en esos mismos, quién va a poner orden a quién, porque es la última ratio, o la fuerza que tenemos”.
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El abogado apuntó que el tema militar ha sido polémico por las distintas aristas que se refieren sobre sus acciones en la calle y como están preparados para hacer frente a las medidas de seguridad pública, pero todo pareciera demostrar que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como sus antecesores no encontró otra salida para enfrente al crimen organizado.
El echar mano de nuevo del Ejército Mexicano, pero bajo una ley, evidencia avance, pero no se debe dejar pasar por desapercibido que después de esta institución, en lo futuro ante quien deberá recurrirse, si es quebrantada, ya que siempre debe haber una estancia mayor, y se tiene que pensar bien donde impere el Estado de Derecho.
