Mazatlán, Sinaloa. La Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán ha logrado atender un 70 por ciento de las quejas sobre derrames de aguas negras, gracias a los trabajos que se han realizado en colectores y sistemas de rebombeo, y el 30 por ciento restante va a ser muy difícil, porque se requieren grandes obras e inversiones millonarias.
Así lo declaró el gerente de la Jumapam, Jorge González Naranjo, quien recordó que no solamente en la temporada de lluvias es cuando se presentan los derrames de aguas residuales, sino que, ante lo obsoleto que resulta el sistema de drenaje, el problema se agudizó en los últimos meses.
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Reiteró que, junto con la administración, se están resolviendo los problemas de fondo y los resultados ya son palpables.
“Traíamos en promedio de 500 a 600 quejas a la semana. Ahorita ha bajado en unos 100 (quejas) entre los cuatro distritos. Hay que recordar que el drenaje es un sistema en el que intervienen los cárcamos y la red. Se están arreglando las arterias, pero lo importante y que ha ayudado a disminuir mucho el tema de derrames de drenaje han sido los cárcamos”.
El gerente de la Jumapam advirtió que aunado a que el drenaje ya cumplió su vida útil, hay dos factores que también inciden en la problemática, que es la ubicación de la ciudad en una zona baja, por lo que, con cada lluvia el sistema colapsa, pero principalmente por la cultura de muchas personas de levantar las tapas de las alcantarillas no solo durante la lluvia, sino también para arrojar todo tipo de cosas.
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“Nos hemos encontrado de todo lo que puedan imaginar, desde carretillas, lavamanos, costales de arena; restos de una fiesta: tenedores, platos; resto de actividades de comercio, como menudo, inclusive piedras. Sabemos que una buena lluvia arrastra de todo”.
Jorge González Naranjo reconoció que hay reportes ciudadanos que datan de varios años y son recurrentes, porque anteriormente la atención que se daba era solo de mitigación, es decir de destapar alguna línea de drenaje, pero a los tres días se volvía a azolvar, cuando lo que ya se requería y hoy se está haciendo, es sustituir los tramos que están colapsados.