Mazatlán, Sin.- La normalización en casa del consumo del tabaco y el alcohol, sobre todo cuando es asociado a una buena convivencia familiar, es un factor de riesgo para que niños y jóvenes también los consuman y con ello le abren la puerta a sustancias ilícitas, advirtió la directora del Centro de Integración Juvenil de Mazatlán, Rosa Elena Sánchez Moraila.
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Explicó que, al haber disponibilidad de este tipo de productos adictivos en el interior de los hogares, se reduce la percepción de peligro y pone a los menores de edad en mayor estado de vulnerabilidad, lo que debe evitarse cuando los niños y jóvenes están de vacaciones y no tienen compromisos escolares que los mantengan ocupados.
“Si vemos que papá consume alcohol, lo van a ver como normal y llegando a cierta etapa de su vida también van a consumir. Hay papás que le piden a su hijo que le enciendan el cigarrillo o que le destapen la cerveza o le permiten darle un trago. Es importante que los papás tengan el mensaje de prevención de adicciones, porque es darles permiso, es bajar la percepción de riesgo tanto los adultos y menores de edad”, advirtió.
Sánchez Moraila mencionó que, para seguir trabajando con las tareas preventivas, este lunes inician los cursos de verano gratuitos que en esta ocasión se estarán realizando por las tardes en las instalaciones del CIJ, ubicadas por la avenida Kena Moreno S/N en la colonia Periodistas, en un horario de 3:00 a 6:00 de la tarde, durante 2 semanas, donde es requisito necesario que los padres de familia llenen un formulario para niños de 6 a 12 años de edad.
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Asimismo, detalló que en los cursos se fomentan los valores universales, habilidades para la vida, conocimientos y el autocuidado, así como la prevención de adicciones y salud mental.
Rosa Elena Sánchez agregó que durante estas vacaciones además del curso de verano, se va a trabajar con el grupo de prevención selectiva en donde hay jóvenes que se sospecha consumen sustancias lícitas o ilícitas y presentan condiciones conductuales. Otras labores están dirigidas a quienes aceptan que han consumido una o dos veces y se trabaja la prevención indicada, en tanto que a quienes ya tienen dependencia o adicción, se les da un tratamiento específico
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