Guasave, Sinaloa.– Un robo en despoblado, así calificaron usuarios de la carretera internacional México 15 en el tramo que conecta Sonora con Sinaloa, quienes sumamente indignados ante lo que consideran un esquema de negocio abusivo y deshonesto, pues al pretender esquivar los hoyancos que hay en la zona de Barobampo y San Miguel, una llanta se les reventó y la respuesta de la caseta para reclamar el seguro fue: “no procede”.
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La noche de este domingo una familia guasavense que venía del estado de Sonora tuvo un percance y al quedar varada en la oscuridad de la noche, buscaron hacer valer el seguro del conductor, sin embargo, la respuesta de parte de la joven que atendió la llamada fue que este sólo abarcaba a los reductores de velocidad que anteceden a la caja.
El conductor afectado sumamente molesto habló de su lamentable experiencia, destacando la precaria condición de la vía y la falta de respaldo por parte de las autoridades. “Es un robo en despoblado”, declaró quien sufrió el reventón de una llanta en un tramo bajo concesión privada.
“¿Por qué lo tiene que manejar un particular si se supone que eso es una rúa federal? Bueno, dijeras tú, con eso él está dando mantenimiento a la carretera, pero es una porquería de carretera. Salimos de las carreteras de Sonora y ya entramos a Sinaloa y nos persignamos, la verdad, porque no es la primera vez que pasa, y dijeras tú, bueno, venía a exceso de velocidad, afortunadamente no, ahí en los cerros de Barobampo no se puede circular a más de 100.
“A unos 3 a 4 kilómetros antes de la caseta ahí estaba ya la llegada, nosotros veníamos detrás de un tráiler y veníamos relativamente despacio por lo mismo, pues yo sacándole la vuelta a otros hoyos que están ahí, fui y me caí en otro y me tronó la llanta, me reventó la llanta, ya no es lo que cuesta, es el hecho de por qué te dicen: es que aquí no te lo va a abarcar el seguro.
“Yo le puedo hablar al ajustador, me dice la muchacha, pero le va a decir lo que no procede, no lo cubre, porque está fuera del área asegurada. Es un robo en despoblado, no es justo que una bola de bandidos nos esté robando, así como dicen luego, con permiso y toda la cosa”, acusó.
El malestar es más que nada, dijo, al descubrir que los fondos recaudados a través de peajes no se traducen en mejoras significativas en la infraestructura vial. Los usuarios cuestionan la justificación de estos, considerando que el mantenimiento no se refleja en la calidad de las carreteras.
Cuestionó sobre el papel del gobierno en este esquema. ¿Está siendo cómplice de un sistema que beneficia a unos pocos a expensas de la mayoría?
Afortunadamente dijo que estaba la Guardia Nacional con él y su familia, quienes le prestaron algunas herramientas, pero eso les brindó la seguridad de saber que su hijo y su esposa no corrían más peligro después del susto que se llevaron.
La víctima cuestionó que son muchísimos vehículos que pasan por aquí, a todos les cobran, lo que hace la caseta, se supone que una carretera de paga es porque te están dando un servicio de mantenimiento para la misma, aquí no ocurre eso, el dinero es de particulares y pues no le van a resolver nada.
“Yo quisiera saber ¿qué hizo ese amigo para que le den una concesión de ese tipo? Yo quiero una ¿Qué hago para agarrar una de esas? O sea, es un robo, y dice la señora que me atendió, es que ellos cobran por el uso del puente aquí de San Miguel, pero oiga, ¿y qué le hacen al puente?, le dije, porque ese puente tiene muchísimos años, hace muchísimos años que se pagó con los impuestos de todos los ciudadanos, y la reparación la hace el Gobierno Federal.
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“En ningún momento yo me acuerdo haber visto a particulares, ahí dice la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y me ha tocado ver en diferentes puntos donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace algunas reparaciones”, aseguró.