Los Mochis, Sin.- La tristeza invadió a los obreros del ingenio Los Mochis y algunos hasta en shock se quedaron cuando el Secretario del Trabajo, Alfonso Valdez, les informó este jueves que no consiguieron el préstamo para darles un dinerito para la cena de Navidad.
Durante la reunión informativa les explicó que el posible comprador de los equipos adjudicados para su liquidación, se quiso aprovechar de su desesperación y mala situación económica y a cambio de otorgarles por adelantado una parte del valor de la maquinaria, intentó comprárselas a un precio irrisorio, lo cual no aceptaron, tras la noticia, los obreros manifestaron con desaliento que ahora sí será una amarga Navidad porque no tendrán ni para los buñuelos, mucho menos para regalos.
Extrabajadores del ingenio azucarero
“Ni para buñuelos nos alcanza, pero eso sí, ellos sí van a pasar unas fechas bonitas con sus familias, jodidos otros”.
-¿No les cayó nada?
“No, nada oiga, qué bárbaro, qué abuso”.
“Esperando el billetito, pero no hay, los buñuelos los vamos a probar si es que llegamos al Año Nuevo cuando rayemos la pensión”.
“Me quedé como en shock, que no vamos a recibir nada, Santa Clos nos va a pasar de largo esta Navidad, hicieron la cartita pero vamos a ver si Santa Clos se compadece de nosotros y nos ayuda”, dijo.
Los extrabajadores de la fábrica expresaron que su única esperanza es que el dirigente nacional de los azucareros, José Ángel Ponce, se compadezca y les preste el recurso mientras venden el molino, pero ya expresó que no los quiere apoyar.
“El nacional nunca nos ha ayudado, porque sí tiene dinero, porque no nos quiere ayudar”.
“Llevar un poco de dinero para los hijos, la familia, para la cena, a toda la familia obrera, esperemos que nos caiga algo y se nos haga justicia”, dijo.
Cabe señalar que el que fue a dar al hospital porque casi se infarta, fue el secretario general del Sindicato Azucarero de la Sección 12, Gabriel Lizárraga Morales, por el estrés que sufrió en los últimos días intentando conseguir los recursos para los extrabajadores y la presión de los mismos, porque no desea que sus familias pasen en blanco estas festividades.
