Los Mochis, Sin.- La Iglesia católica llama a toda la sociedad que se siente sensible, con dolor e indignación por la muerte de dos niñas presuntamente a manos de su propio padre en el fraccionamiento Quinta de Cortez en Los Mochis, a confiar en el trabajo de las autoridades y no buscar justicia por propia mano.
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El padre Alberto Gerardo Gutiérrez González señaló que el caso es doloroso porque se suscitó en el seno de la familia, donde las víctimas fueron seres inocentes e indefensos, sin embargo, subrayó que no se debe alimentar sentimientos de violencia o venganza, por el contrario, buscar que este caso sirva de autoanálisis para revisar cómo estamos como personas, con nuestras familias y la construcción de valores y respeto por la propia vida y la de los demás.
Subrayó que en este caso se debe participar apoyando a las autoridades para que den con el responsable y sean estas mismas quienes a través de las leyes juzguen sus actos.
“No es la venganza la solución, sino al contrario, el poder reconocer nuestras propias situaciones para componerlas y no querer descargar en otros lo que pueda estar sucediendo. Claro, esa persona tiene que ser juzgada conforme a las leyes, ojalá que lo agarren los policías porque si lo agarran las personas le pueden hacer daño. Creo yo que este tipo de cosas en lugar de hacernos que no exacerbemos en los ánimos, tenemos más que pensar serenamente: ¿Y yo en mi casa qué estoy haciendo?, ¿qué estoy haciendo con mis hijos?, ¿qué estoy haciendo con mi familia?, ¿qué estoy haciendo con mis actitudes?”, dijo el religioso.
El sacerdote subrayó que actualmente se está juzgando duramente a Rubén “O” sobre lo ocurrido, sin analizar que como sociedad también existe un grado de hipocresía al expresar qué malo es ese señor, y encubrir situaciones igual de graves y violentas.
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Por ello, expuso las palabras de San Agustín cuando le enviaron frente a él a un asesino para juzgarlo: “si yo no tuviera la gracia de Dios, sería peor que este hombre”.
Es por eso que reiteró que es tiempo de volver a Dios y buscar restablecer los valores en cada uno de nosotros, en casa y en la sociedad para crear espacios armoniosos y de respeto pleno a la vida.
