Los Mochis, Sin.- Demostrando que, unidos por una buena causa, no hay nada que los detenga, ni siquiera la pandemia de COVID-19, así funciona desde hace más de 23 años el comedor público de la Parroquia del Señor San José que, de lunes a viernes, alimenta a más de 100 personas, principalmente, adultos mayores en situación sumamente vulnerable o de calle.
Debes leer: ¡Siempre la fe! Obispo exhorta a no olvidar que Dios están en los momentos difíciles y adversos
Fue el sacerdote Fernando Figueroa Zazueta que, conmovido por la cantidad de ancianos que llegaban a la iglesia, ubicada en la colonia Bienestar de Los Mochis, planteó la idea a los fieles de crear un comedor comunitario, la cual fue abrigada por el generoso corazón de todos los grupos.
Así, cada uno de los bienhechores realiza una aportación económica para la compra de los alimentos, lo que se requiere para su preparación y, recientemente, tras la pandemia, su empaquetado.
María de Jesús Hernández González, voluntaria del comedor de San José, dijo a Línea Directa que servir por 13 años a los demás ha sido muy satisfactorio, por lo que se encuentra muy agradecida de que Dios le permita hacer el bien a través de esta actividad.
“Me gusta ayudar, me gusta estar aquí, me siento muy a gusto. Se hace la oración y participan en la oración y llegan y ya les damos su platito y ya se van”, dice María de Jesús.
En el caso de Obdulia Sánchez Flores, quien es la cocinera, ingresó tras iniciar la pandemia, porque, a pesar de que cerraron los comercios y las escuelas: el comedor jamás dejó de funcionar.
Pero, dejaron de servir la comida en los tablones largos -mesas- para evitar exponer a riesgos a las personas que, su mayoría, son adultos mayores.
A Obdulia le gusta cocinar y se siente un poco triste cuando la comida que prepara no llega a alcanzar para todas las personas que acuden a buscar al mediodía.
“Yo tengo que tener servidos 100, 120 platos, para que alcancen, a veces sobra, a veces hace falta, pues, se siente feo que no alcancen otras personas”, dijo a Línea Directa.
Por su parte, Lorena Sarmiento, a cargo de la recepción y atención de las personas en la Parroquia de San José, señaló que con la inflación han subido el aceite, gas y diversos alimentos.
Además, como se empaqueta la comida para que las personas la recojan y se la lleven, para no estar aglomerados y evitar que corran riesgos, los costos se han incrementado y batallan a diario para conseguir los alimentos y prepararlos.
Por esta razón, a través de Línea Directa invitan a las personas a sumarse y seguir apoyando realmente a las personas que más lo necesitan.
“Hacemos la invitación, si alguien quiere aportar, si alguien alguna vez se ha preguntado: quiero ayudar, quiero hacer una obra buena, esta es una oportunidad, aquí lo pueden hacer, incluso, los invitamos que nos acompañen a que ellos mismos vean cómo se distribuye. Invitarlos a que nos ayuden a distribuir el alimento, que directamente se entrega a las personas, que son personas que tú las ves aquí formadas y les ves la necesidad”.
Actualmente, quien sigue el ejemplo del padre Fernando Figueroa, quien ya falleció, es el sacerdote Yamil Armando Rodríguez Machado, que se ha dedicado a buscar apoyos para evitar que se pierda esta noble causa.
Las noticias de Los Mochis están en la sección especial de Linea Directa
Quienes deseen sumarse a esta noble causa que provee de un alimento al día, de lunes a viernes, a las personas que más lo necesitan, pueden acercarse a las instalaciones de la Parroquia del Señor San José, en Los Mochis, ubicada por la calle Bienestar, entre Santos Degollado e Ignacio Allende; o, también, pueden comunicarse al teléfono: 6688120702.