Culiacán, Sin.- La madrugada de este 1 de enero lloverán balas en Sinaloa. Redes sociales como Whatsapp y Facebook se llenarán de videos y audios donde se escuchen los constantes disparos, o bien donde se observe a sujetos disparando inconscientemente al aire.
Así ha pasado desde hace décadas y este 2019 no será la excepción, aseguró Anajilda Mondaca Cota, investigadora de la Universidad Autónoma de Occidente y especialista en el tema de la narcocultura.
La académica señaló que las balaceras como forma de celebración se han convertido en una constante que las autoridades no han podido ni querido amortiguar y que este tipo de prácticas no son sino el reflejo de un estado de impunidad prevaleciente en nuestras sociedades.
“Estas balaceras son un indicador de que la impunidad sigue presente y son un efecto también de la ausencia de un Estado que no ha procurado cuidar o mantener de alguna manera el orden social”, expresó.
La especialista profundizó además que disparar al aire es una práctica que se ha extendido de Año Nuevo a otros festejos como el Halloween, como forma de desafío al Estado por parte de los grupos delincuenciales.
Y las autoridades, en cambio, únicamente han implementado operativos laxos que no pasan del discurso, ya que a pesar de que regularmente saben de dónde provienen los disparos, nunca se ha detenido a alguien.
“Es una forma de mostrar poder, de mostrar quién puede tirar más, quién tiene las mejores armas, y no deja de seguir siendo un desafío al Estado, de decir: miren aquí estoy y no me pasa nada, yo puedo tirar las balas que me den la gana y nadie me va a hacer nada”, aseveró.
Por ello, Mondaca Cota auguró que las balaceras en Año Nuevo o en cualquier otro festejo, al estar tan relacionadas con el narcotráfico y la delincuencia, lejos de cesar o disminuir, irán incrementando su intensidad con el tiempo.
“Es muy difícil de pensar, y me atrevo a decirlo así, que esto se vaya a erradicar. Año con año sucede y pareciera que esto va en espiral, parecen como competencias, es como una espiral de balaceras que no tiene fin”, dijo.
La especialista subrayó que la única manera en que esto cambiará es que las autoridades emprendan en el corto tiempo un combate integral a la delincuencia y al narcotráfico.
Y mientras lo anterior no suceda, lamentó que a la población no le quedará de otra que seguirse resguardando, y después del tradicional abrazo para desear el éxito en el año que inicia, las familias tendrán que buscar refugio bajo el techo, buscando que no haya entre ellos una nueva víctima de alguna bala perdida.