Culiacán, Sin.- Este viernes 15 de noviembre, Juan Manuel Medina Beltrán, un joven de 18 años, partió de este mundo, pero no sin antes convertirse en un héroe al donar sus órganos, y este domingo fue despedido entre aplausos y con una emotiva caravana que honraba el acto de dar vida a otras personas.
Acompañado de sus padres y rodeado de aplausos y profundo respeto, personal médico y familiares despidieron a Juan Manuel por los pasillos del Hospital General de Culiacán. Fue allí donde el pasado viernes se realizó la donación de sus órganos.
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Tras el homenaje recibido por parte de quienes se encontraban en el hospital, Juan Manuel recibió una sentida despedida por parte de amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo e incluso de aquellas personas que conocieron su gran acto de generosidad.
En entrevista con Línea Directa, sus padres compartieron desde la funeraria donde eran velados sus restos que este gesto de donar sus órganos había sido un deseo expresado por el propio joven. Recordaron que, en otras ocasiones, su abuela paterna había manifestado su deseo de ser donadora, lo cual inspiró a Juan Manuel a decir que, si alguna vez tenía la oportunidad, también lo haría. Fue por ese deseo que sus padres tomaron la decisión de seguir adelante con la donación.
A pesar de la corta vida de Juan Manuel, quien tenía toda una vida por delante, su generosidad lo convirtió en uno de los pocos jóvenes que deciden donar sus órganos.
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Ante esta hazaña, sus padres experimentaron un profundo dolor y vacío por la ausencia de su hijo. Sin embargo, como ellos mismos expresaron, les llena de orgullo saber que su hijo seguirá viviendo a través de las personas que recibirán sus órganos y que podrán cumplir sus sueños gracias a él.
“Era doloroso acompañarlo porque sabíamos cuál era el destino pero sí, fue un orgullo ver cómo mi hijo se iba como un grande, como lo es, y como él siempre quiso serlo. A lo mejor en vida no pudo ayudar a tantas personas como él hubiera deseado. pero en su muerte se le va a recordar siempre”, agregó su papá Juan Manuel.
Por su parte, su madre Yolanda relató cómo el trayecto hacia el quirófano estuvo marcado por una mezcla de sentimientos, donde el dolor y la tristeza se combinaban con el orgullo y la gratitud por el tiempo que la vida les prestó a su hijo.
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En su salida desde una funeraria de Culiacán lo esperaban camiones que tocaban el claxon, algunos amigos del fallecido y otros conocidos que se unían al homenaje. Una larga fila de vehículos despidieron a Juan Manuel generando un ambiente de respeto y agradecimiento.
Juan Manuel sufrió un accidente en motocicleta que le causó un daño cerebral grave. Ante la falta de esperanza de recuperación, se decidió donar sus riñones, hígado, ambas córneas y tejido óseo, órganos que ahora ofrecerán una nueva oportunidad a quienes los esperaban.
