Los Mochis, Sinaloa. La mujer baleada en el rostro por su pareja sentimental el pasado 5 de mayo en la comunidad de El Ranchito de Cabrera, Choix, se encuentra en proceso de recuperación en un hospital de Los Mochis, sin apoyo ni asistencia de familiar alguno.
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Guadalupe “N”, de 75 años de edad, está a la espera de que el edema en su rostro disminuya para ser ingresada a quirófano para realizarle una cirugía maxilofacial por parte de los médicos especialistas.
Aunque la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas en Sinaloa está brindando el apoyo en medicamentos e insumos, “Lupita”, como la conocen, está llevando el proceso de recuperación física y emocional tras la agresión de su esposo, sola en un hospital público.
Ante las condiciones de vulnerabilidad y abandono, la colectiva feminista Sororas está brindado atención y acompañamiento a la víctima porque no cuenta con un familiar de apoyo que esté con ella y al pendiente de su recuperación, informó Alejandra Monserrat Limón Reyes, activista a favor de los derechos de las mujeres.
“Ya se ha realizado la visita al Hospital General y se le está dando acompañamiento al caso. La señora ‘Lupita’ se encuentra sin personas que la cuiden directamente en esa situación de vulnerabilidad en la que se encuentra, hasta ahorita se encuentra evidentemente con el daño que le provocó, pero estable”.
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“Se tiene programada que la operación sea para el 16 de mayo, se está esperando a que pueda desinflamar el tema de las heridas”, dijo.
La colectiva Sororas lamentó que Lupita “N” no tendrá acceso a la justicia porque su agresor, presuntamente su esposo, tras lesionarla en dos ocasiones en el rostro, se quitó la vida de un balazo en la cabeza.
Mientras ella sobrelleva el proceso de recuperación física y emocional sola en un hospital en Los Mochis, sin familiares que estén disponibles para apoyarla y cubrir el resto de necesitades que requiere un paciente internado.
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Aunque las autoridades están cubriendo medicinas e insumos, a Lupita le faltan otros artículos: ropa exterior e interior, toallitas húmedas, agua, artículos de limpieza personal, toalla, entre otros.
Asimismo, requiere de cuidados que solo los familiares pueden brindar durante su estancia en el hospital público.