Tijuana, Baja California.- Al interior del albergue Benito Juárez, el cual aloja miles de migrantes centroamericanos, se registra venta, compra y consumo de drogas, acusó el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum.
Por tal motivo, pidió que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se haga cargo de la situación en vez de criticar la forma en que el gobierno municipal lo está manejando, pues no está preparado para este tipo de problemática y hacen lo que pueden con lo que tienen.
Reveló que pidió al visitador de la CNDH que les permitiera colocar a la unidad canina afuera del refugio, pero este se negó alegando que con eso violentaban los derechos humanos de los centroamericanos.
El Alcalde recalcó que la presencia de la Caravana Migrante en Tijuana puede generar problemas en relaciones internacionales y que debe ser considerado un tema de seguridad nacional y atendido por el gobierno Federal.
Agregó que las autoridades mexicanas ya conocen las estrictas políticas migratorias de Estados Unidos y aun así permitió el paso de los migrantes que acarrean problemas a las ciudades fronterizas.
Gastélum Buenrostro calificó como “un exceso en el uso de los mecanismos de defensa” la actuación de la Patrulla Fronteriza para dispersar a los migrantes, lanzándoles gas lacrimógeno y balas de goma.
Asimismo reprobó la violencia con la que los migrantes intentaron ingresar a Estados Unidos, cruzando la frontera de manera ilegal.
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Sin embargo, señaló que no pretende criticar ni a los centroamericanos ni a las autoridades estadounidenses, sino buscar una solución para la crisis migratoria que se vive en Tijuana y evitar que se convierta en un problema internacional “provocado por personas que no son mexicanas”.
“Los migrantes se introdujeron a ciencia y paciencia de la autoridad federal. Nadie les dijo de sus deberes, de sus derechos, y llegan aquí a la frontera, rompen con el estatus de orden”, justificó el mandatario.