Culiacán, Sinaloa. Con una pala en una mano, la esperanza en el pecho y el recuerdo imborrable de su hijo, María Isabel Cruz Bernal ha recorrido durante ocho años montes, predios y fosas clandestinas. Su misión es una sola: encontrar a Reyes Yosimar García Cruz, su hijo desaparecido.
Yosimar, policía municipal de Culiacán, fue visto por última vez el 26 de enero de 2017. Tres meses antes había participado en el operativo tras el atentado con explosivos contra militares en la salida norte de la ciudad. Luego de ese episodio comenzaron a desaparecer agentes de la corporación: primero un comandante, luego otro compañero, y finalmente él.
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Lo sacaron de su casa, lo privaron de su libertad, le arrebataron la oportunidad de ser abogado o chef, de casarse y de cumplir sus sueños. Desde entonces, su madre emprendió un camino sin retorno en el que cada búsqueda, cada hallazgo de restos humanos, es como una pieza de un rompecabezas que poco a poco arma con la esperanza de volver a encontrar a su hijo.
“Creo que el dolor de tener a un familiar desaparecido no se compara con nada. Es como si estuviera armando a mi hijo con cada fragmento que encuentro. El día que me digan ‘aquí está Yosimar’, ese día no sé qué va a pasar”, expresó con voz firme, pero con la mirada cargada de tristeza.
Del dolor a la lucha
Originaria de Oaxaca, la vida de María Isabel quedó en pausa desde aquel 26 de enero. Cayó en depresión. Durante meses pensó que no sobreviviría a la ausencia de Yosimar. Hasta que, en un sueño, lo escuchó con claridad.
“Levántese de esa cama, porque tienes mucho que hacer”, me dijo.
Ese mensaje fue suficiente para que tomara fuerza. En agosto de 2017, junto con otras mujeres en la misma situación, fundó el colectivo Sabuesos Guerreras, con el que han logrado la recuperación de 689 cuerpos, más de 18 mil restos calcinados, y el regreso con vida de 78 personas.
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La lucha la ha mantenido en pie, pero el destino la golpea una vez más. Su hijo menor, quien presenció el momento en que se llevaron a su hermano, sufrió una crisis emocional tan fuerte que intentó envenenarse con azúcar. Esto derivó en un daño renal severo que lo mantuvo entre la vida y la muerte por un tiempo, sin embargo, perdió la batalla.
A pesar de todo, ella sigue firme.
“Seguiré peleando, gritando y buscando hasta encontrarlo”, aseguró.
“Si no lo encuentro, mi último suspiro será para él”, afirmó.
María Isabel Cruz Bernal, madre buscadora de Sabuesas Guerreras. Foto: Manuel Aceves
Un premio con sabor a lágrimas
Por su incansable labor en la búsqueda de desaparecidos, María Isabel Cruz Bernal recibirá este 10 de marzo la medalla de honor “Dra. Norma Corona Sapién 2025”, un reconocimiento a su entrega y compromiso con la verdad.
Sin embargo, para ella, la distinción es un honor que llega envuelto en dolor y lágrimas.
“Me siento triste, pero también orgullosa. Son ocho años de lucha constante. En otra circunstancia quizás estaría feliz, pero esta es una medalla que he ganado con mucho sufrimiento”, expresó.
Hoy, su colectivo suma mil 880 familias en la búsqueda de un ser querido. En cada paso María Isabel no solo busca a Yosimar, también lucha por los cientos de madres que como ella, no se rinde hasta encontrar a sus hijos.
Su historia es un testimonio de resistencia, de amor infinito y de una batalla que a pesar del cansancio, no terminará hasta que la justicia y la verdad sean encontradas.
Principales logros del colectivo Sabuesos Guerreras:
Mil 880 familias en búsqueda de un ser querido.
689 cuerpos recuperados.
Más de 18 mil 859 restos calcinados encontrados.
78 personas localizadas con vida.
