Culiacán, Sinaloa. – El miedo que tiene la gente de contraer la enfermedad del COVID-19 provocó que muchas familias se quedaran en casa a festejar el Día del Padre, lo que afecto la economía de más de 350 restauranteros que ofrecieron sus servicios en Culiacán, lamentó Miguel Taniyama Ceballos.
Por ser un día especial se estimaba cubrir el 50 por ciento del cupo de las mesas autorizadas, pero apenas llegó al 25, se dolió el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), delegación Culiacán.
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No obstante, se congratuló que les fue bien en el esquema de ordene y recoja y servicio a domicilio, con un incremento del 80 por ciento, que antes se ubicaba en un promedio del 60 por ciento.
“Y orden y recoja siguió en positivo, la afluencia a las mesas muy calmado, tuvimos una afluencia del 25 por ciento del 50 que estamos permitido operar, no tuvimos los resultados esperados, es comprensible, la gente tiene miedo salir a la calle a comer”, cuestionó.
Taniyama Ceballos dijo que ya van por la tercera semana de la reapertura y algunos socios ya valoran cerrar por las bajas ventas y a cambio fortalecer el servicio de recoja y llevar a domicilio, mientras que otros piensan ajustar horarios y los días abiertos al público.
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Externó que la idea es aguantar hasta lo máximo para conservar los empleos, pero esto dependerá de la reactivación económica de las familias para seguir consumiendo fuera de sus hogares.
