Culiacán, Sin.- La Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa que aprobaron los diputados del Congreso del Estado este miércoles, no interfiere con la autonomía de las universidades, sin embargo, no puede haber un estado de excepción y se establece la fiscalización de los recursos públicos en las instituciones educativas, señaló el diputado Sergio Mario Arredondo.
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El legislador, en entrevista en la primera emisión del noticiero Línea Directa, resaltó que esa fiscalización no busca invadir la autonomía, pero sí de establecer una condición y una exigencia social de la transparencia de que cualquier ente que reciba recursos públicos esté obligado a la supervisión y fiscalización, incluso a la presentación de titulares ante el Congreso del Estado para atender cualquier escenario que se presente en el tema del uso de recursos públicos.
“Esta ley respeta esa libertad que tienen las instituciones educativas autónomas, las universidades autónomas, a regirse, a establecer las bases, para el desarrollo de programas, de planes de estudio, a establecer condiciones para la libertad de cátedra, de administrar sus recursos, sin embargo, no puede haber ningún estado de excepción”, dijo.
El diputado local enfatizó que esta ley es una armonización de la ley general, con lo que Sinaloa ya cuenta con un marco jurídico para funcionamiento de las instituciones educativas que proveen una educación en el ámbito superior.
“Es el marco que permite al estado cumplir con el derecho que tiene cualquier individuo consagrado en el 3ro constitucional a tener una educación superior, que establezca las condiciones para formar a individuos, con las capacidades, con los elementos, con las libertades necesarias para poder aportar al desarrollo del estado, del país y también para transformar su propia realidad”, añadió.
Asimismo, el legislador sinaloense detalló que los elementos que atiende esta nueva ley son la vinculación que tienen que tener las instituciones educativas con los sectores productivos, los órganos de planeación que tienen que ser integrados por distintos actores a fin de ir adaptando los programas y planes de estudio a la nueva realidad que pueda tener una determinada región, así como también que la educación que se ofrezca a los sinaloenses sea en libertad para que cualquier individuo independientemente de su género y condición social u origen étnico acceder a la educación superior.
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