Guasave, Sinaloa. – Los habitantes de la sindicatura de Nío, en el municipio de Guasave, manifestaron su rechazo ante el plan de desviar las aguas de la laguna de oxidación del drenaje de la comunidad de Gambino, perteneciente a la sindicatura de Bamoa, hacia un dren que corre paralelo a su comunidad, aseguran que no solo tendrán el problema de las inundaciones cada año, sino que ahora serán de aguas negras.
Durante una reunión reciente que contó con la presencia del comisariado, representantes de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guasave (Jumapag) y una amplia representación de vecinos de Nío, se les informó que inevitablemente las aguas residuales llegarán al dren de su sindicatura.
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Los vecinos, sin embargo, expresaron su preocupación y argumentaron que, aunque las autoridades aseguran que el agua recibirá tratamiento, dudan de su veracidad. Señalaron como ejemplo el caso del dren San Joachín, donde a lo largo de los años han enfrentado problemas similares, con aguas contaminadas que provocan serios riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
“Estamos pidiendo la intervención del gobernador o del presidente, o de cualquier autoridad competente para encontrar una solución que no afecte a la población, este dren ya no soporta la cantidad de agua que recibe, especialmente en temporada de lluvias, y ahora pretenden añadir aguas residuales, lo que agravará aún más la situación”, aseguran.
Foto: Martha L. Castro
Los residentes explicaron que el dren de la zona al recibir tanto las aguas pluviales como las residuales ya no tiene la capacidad para soportar el volumen de agua que le llega, especialmente cuando se registran lluvias fuertes de entre 75 y 80 milímetros. A esto se suma el problema del mal diseño del sistema de drenaje de la comunidad, que originalmente fue construido para ser un drenaje sanitario, pero al que también se conectaron las aguas pluviales, lo que genera inundaciones en las zonas bajas.
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“En mi casa el agua de lluvia se mezcla con las aguas negras del drenaje, causando graves inundaciones. Ahora, con la descarga adicional de Gambino el problema se agravará”, comentó otro de los vecinos afectados. Señalaron que esta situación se repite cada año, y temen que la llegada de aguas residuales empeore aún más la calidad de vida en la comunidad.
Los vecinos no solo cuestionaron la capacidad del dren para soportar más agua “no sabemos a quién se le ocurrió esa brillante idea, ellos no sufrirán las consecuencias. Ellos viven allá, nosotros vivimos aquí, y a nosotros es a quienes nos afectará”.
Indicaron que planean acudir directamente a las oficinas de Jumapag para hablar con el gerente, aunque mantienen pocas esperanzas de que su intervención sea suficiente.
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“Queremos dejar un precedente, que las autoridades sepan que no nos quedaremos de brazos cruzados”, declaró uno de los líderes comunitarios. A pesar de su escepticismo respecto a la respuesta que obtendrán, insisten en que el diálogo es necesario para encontrar una alternativa que no comprometa el bienestar de la sindicatura.
Vecinos de la comunidad de Nío también mostraron inquietud ante el cambio de administración en el Gobierno Municipal, ya que el actual presidente se retirará en octubre. Temen que el nuevo gobierno herede el problema y no le preste la atención adecuada.
“Martín ya está de salida y no creemos que haga mucho, y no sabemos qué va a hacer la siguiente administración. Lo único que pedimos es que se solucione este problema lo antes posible, para que no tengamos que lidiar con las aguas residuales todos los años”, concluyeron.
