Culiacán, Sin.- La apatía electoral juvenil en México ha sido una constante histórica, con cifras que reflejan un desinterés generalizado por ejercer el derecho al voto. Sin embargo, en esta jornada electoral, un viento de cambio sopla sobre México.
En esta ocasión, durante las campañas, los candidatos planificaron estrategias innovadoras para conquistar el voto joven, conscientes de que el 30 por ciento del padrón electoral tiene entre 19 y 29 años. Este segmento demográfico, a menudo subestimado, podría ser el factor decisivo para inclinar la balanza en la contienda por los cargos públicos.
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Un ejemplo palpable de esta transformación es Jesús, un joven que hasta ahora había permanecido al margen del proceso electoral.
“He tenido dos oportunidades de votar, pero nunca lo hice porque la política no me interesaba. Esta vez, gracias a las redes sociales, los memes y una forma de campaña más dinámica, decidí participar”, confiesa Jesús.
Lo que antes era un escenario de indiferencia, ahora se ha convertido en un hervidero de juventud, esperanza y determinación. Las casillas rebosan de jóvenes como Jesús, dispuestos a ejercer su derecho al voto con una convicción renovada. La elección de la presidencia de México y los cargos públicos de Sinaloa se ve influenciada por una generación que, finalmente, ha decidido hacerse escuchar y participar activamente en la construcción de su futuro.
Esta nueva ola de participación juvenil promete redefinir el rumbo político del país, mostrando que, cuando se sienten incluidos y representados, los jóvenes pueden ser un motor poderoso de cambio.