Los Mochis, Sin.- A finales de noviembre hasta el 7 de enero y desde las primeras hasta las últimas vueltas diarias de su ruta, el espíritu navideño se apodera del camión urbano que conduce Rubén Darío Ortiz Guerrero quien con luces de colores y hasta un hermoso arbolito decora el camión marcado con el número 190 para que esté “arregladito” y le recuerde a sus pasajeros que estamos viviendo la mejor temporada del año: la de Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos.
Con 28 años como chofer del transporte urbano, Rubén Darío inició esta tradición hace dos décadas junto a su fiel compañera y esposa, Brenda Janeth Hernández López.
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Ambos se preparan cada año con mucha anticipación para definir cómo van a decorar el camión con el único objetivo de alegrarle los días a los usuarios de todas las edades que se suben a la unidad.
La experiencia de viajar en su camión durante las primeras y últimas vueltas es increíble porque la oscuridad del exterior permite que él encienda las luces navideñas que recorren toda la unidad y las ventanas brindando una atmósfera de paz y amor que tanto se promueven en estas fechas.
Los niños son los que más se emocionan porque no esperan que al subir los escalones entran prácticamente al “camión de Santa Claus” en el que pueden viajar de su casa al centro y luego regresar de nuevo.
“Tengo aproximadamente 20 años decorando el camión. Es un gusto para mí y ver a la gente que les gusta, a los niños, se emocionan cuando ven el camión arregladito. Es una alegría para mí adornarlo año con año”.
“[…] Veo que la gente le toma fotos, video y todo eso, y me halaga mucho, me gusta mucho, tanto por los niños también, como le digo, se emocionan en cuanto se suben y ven el arbolito, me da gusto”, expresó Rubén Darío con una enorme sonrisa a Línea Directa.
Esta semana el camión 190 está cubriendo la ruta Teresita-Zaragoza, fueron sus propios pasajeros quienes expresaron a este medio de comunicación su reconocimiento al esfuerzo por embellecer su unidad y brindar el “extra” al trabajo que a diario presta para hacerlos sentir felices.
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Y aquellos que lo conocen desde hace años y saben bien cuánto aman él y su esposa la Navidad y la dedicación que destinan a la decoración del camión año tras año también lo buscan por las distintas rutas para descubrir cómo embellecieron la unidad para Navidad.
Rubén Darío Ortiz madruga todos los días a las 4 de la mañana para dar su primera vuelta y concluye su ruta hasta las 9 de la noche, pero en estos días su mayor satisfacción, asegura, es: ver la sonrisa y cara de sorpresa de sus pasajeros al subirse al camión y descubrir la decoración, se alegra todavía más cuando lo felicitan por su esfuerzo e inversión personal para celebrar la Navidad aun en su trabajo.