Mazatlán, Sin.- La comunidad de Barrón continuaba en shock y es que fue una noticia muy dolorosa. Mientras pasaban las horas, todavía no atinaban a creer lo que había pasado.
Angélica había ido la tarde del martes a medirle el vestidito para el bautizo a su hija Gala. Ya habían hecho planes para bautizarla el próximo 12 de diciembre, en pleno Día de la Virgen de Guadalupe, en la iglesia de Barrón, localidad de Mazatlán, Sinaloa.
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La joven madre cruzó la carretera para esperar el camión de pasajeros, pues se disponía a regresar a su casa, pero, por desgracia, y el destino quiso otra cosa.
La noticia fue muy dolorosa
Toda la noche del martes y la mañana del miércoles ha sido de vueltas. Primero a identificar los cuerpos de la madre y su pequeña hija, y en las primeras horas de la mañana, a hacer trámites ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la funeraria para la liberación de los dos cuerpos; además, para preparar el terreno donde van a ser sepultadas.
Ya habían conseguido la máquina para hacer los pozos de la dura tierra y faltaba preparar las bóvedas. Eso es rápido, dicen, pero es un gasto que no tenían contemplado, como este golpe que está recibiendo la familia.
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Reza el dicho, a la familia se le apoya, y así están respondiendo las cuñadas y cuñados, ayudando o a su hermano Ricardo, el esposo de Angélica. Los gastos salen, pero la familia se apoya, dice un hermano de Ricardo, quien acababa de llegar del panteón.
La gente de Barrón en estas situaciones es muy unida. Afuera del domicilio ya están colocadas las sillas blancas y ya empezaron a llegar los vecinos. Las historias abundan. Son las 11:00 de la mañana y todavía no han llegado con los féretros.
Lo último que saben, es que están familiares en la funeraria aguardando, porque no encontraban un féretro de la dimensión de la bebé, la pequeña Gala, de un año y dos meses. No se acuerdan bien.
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Es una familia humilde. Ricardo y sus hermanos trabajan en el complejo hotelero de Estrella de Mar en el área de mantenimiento. Este día no fueron a trabajar, para hacer los trámites y para hacer las fosas para el descanso eterno.
Angélica deja dos hijos más, Sahori, de unos 8 años de edad, quien estudia la primaria, y Ricardito, de unos 12 años, que está en la secundaria.
Será un largo día y noche, porque esperan sepultarlas este jueves alrededor de las 3:00 de la tarde. El pueblo está en silencio, pero muchos ya se acercaron para acompañar a la familia.
