Los Mochis, Sin. – Con el objetivo de obtener estrategias y líneas de acción para luego medir cómo combatir la corrupción, la impunidad, el abuso de poder y la arbitrariedad, este martes se realizó en Los Mochis el Foro para la Implementación Política Estatal Anticorrupción del Estado de Sinaloa.
Francisco Javier Lizárraga Valdez, secretario técnico del Sistema de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa, dijo que se tiene que cambiar y sujetarse a la planeación, programación y ejecución de los recursos públicos para que no se desvíe lo presupuestado y lograr los objetivos que se fijan en el plan estatal de gobierno y en los planes municipales de gobierno.
“Los órganos internos de control se vuelven pieza clave para avanzar, porque el órgano interno de control tiene como misión precisamente prevenir conductas que estén tipificadas como faltas administrativas graves y no graves, pero también hechos de corrupción”.
Lizárraga Valdez señaló que el plan anticorrupción establece que antes de erradicar primero hay que controlar para poder aspirar a la eliminación completa ya que es muy complicada la complejidad de los factores que confluyen en la corrupción: lo económico, lo cultural, la educación los valores morales.
“No podemos pensar en cárcel, tenemos que prevenir y sancionar las conductas que se tengan que sancionar en los términos que marca la ley… esa es la razón de ser del estado, el estado no puede renunciar a sancionar … que la conducta ilícita sea sancionable pero la apuesta es a prevenir y hay que ir a educar”, añadió.
Las mesas del foro estuvieron conformadas por miembros de la sociedad civil, especialistas, académicos, servidores públicos del Gobierno del Estado, Poder Judicial, Congreso del Estado, Presidentes Municipales y Órganos Internos de Control.
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Este es el tercer Foro para la implementación política estatal anticorrupción del estado de Sinaloa realizado en la entidad y tuvo lugar en las instalaciones de la CMIC Los Mochis, pues previamente se llevaron a cabo en Culiacán y Mazatlán.
