Guasave, Sin.- Este lunes fue despedido en donde fuera su hogar don Francisco, el adulto mayor de 72 años que perdió la vida en el camionazo ocurrido el pasado 30 de enero ocurrido por la carretera Culiacán-Mazatlán, en el que fallecieron 23 personas más.
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Don Francisco que iba muy seguido a Guadalajara, siempre salía el día viernes rumbo a esta ciudad a surtirse de “chácharas” para vender en las comunidades aledañas a León Fonseca, Guasave, esta ocasión, tal vez por situaciones del destino, salió en domingo y es por eso que regresaba el día que ocurrió el accidente.
“Fue un gran padre, que no nos quedó a deber nada”, señalaron Francisco y Maribel, dos de los tres hijos del comerciante, con lágrimas en los ojos por el dolor que les deja la pérdida de su señor padre.
Uno de los sobrevivientes del camionazo fue quien le informó a la familia de don Francisco, al ver en redes sociales una foto de la búsqueda, lo conoció y les dijo que desafortunadamente no había podido de salir del interior del autobús, situación que les ocasionó profunda tristeza, pues tenían la esperanza de encontrarlo con vida.
“Pues ya ve que las personas hacen amigos, hacen compañeros en el viaje. Se comunicó conmigo una persona y me dijo que mi papa si iba en el camión, pero su papa no pudo salir, fue lo que me dijo. Le di las gracias por decírmelo y todo, pero uno guardaba una esperanza”, expresó.
La sala en la casa de la familia González Rodríguez es en este momento el espacio donde yacen las lágrimas, los abrazos y la tristeza de amigos, conocidos y allegados de don Francisco, quien en un ataúd sellado regresó al lugar que lo había adoptado ya como su tierra natal, pues él era originario del sur del país.
Una fotografía sobre esa caja color café con lo que fuera un par de anteojos que en algún momento utilizó, una bebida energética que seguramente era su favorita, las flores y coronas son ahora el escenario que pinta de cuerpo entero el cariño, mientras que los rostros de quien acompaña a la familia, retrata la tristeza que deja la pérdida de un ser querido.
Don Francisco, querido por todos en la zona que habitaba el León Fonseca, ya no recorrerá los pueblos aledaños para ofrecer su mercancía, su vida se apagó ese día trágico, que quedará guardando en la mente de todos los sinaloenses, pero sobre todo en la memoria de amigos y familiares de las víctimas.
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