Guasave, Sinaloa.- La tristeza invadió los pasillos de la escuela primaria Narciso Mendoza al rendir homenaje a José Ángel, un alumno de quinto grado quien partió dejando un vacío imposible de llenar. Con tan solo 11 años, se ganó el corazón de maestros y compañeros, quienes este día se reunieron para despedirlo en un emotivo acto de cuerpo presente.
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El aula donde José Ángel solía estudiar fue escenario de un conmovedor homenaje. Su butaca, cubierta con un listón negro y una esquela con su nombre, simbolizaba la ausencia irreparable. Compañeros y docentes no pudieron contener las lágrimas al recordar la nobleza y el espíritu luchador que caracterizaban al pequeño.
“Fue difícil contener el llanto. José Ángel se ganó el corazón de todos aquí, era un niño muy querido por su nobleza. Esta pérdida es muy fuerte para todos nosotros”, expresaron.
La comunidad escolar destacó la determinación del pequeño por salir adelante, a pesar de las adversidades.
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“Era un niño luchador, noble y siempre con ganas de estudiar. No era malcriado, al contrario, siempre mostraba gratitud y humildad. Su entusiasmo y dedicación eran admirables”, recordó su padrastro.
El homenaje, marcado por la solemnidad y el cariño, concluyó con un minuto de silencio mientras globos blancos ascendían al cielo como símbolo de despedida.
La familia de José Ángel agradeció las muestras de afecto y solidaridad recibidas por parte de la comunidad educativa.
Asimismo, la memoria de José Ángel vivirá en cada rincón de la escuela Narciso Mendoza, donde su sonrisa y espíritu quedarán grabados para siempre. Sus compañeros, al recordarlo, coincidieron en que su amistad y alegría serán eternamente valoradas.
En medio del dolor por la pérdida en circunstancias de salud que aún no se aclaran, la comunidad educativa encuentra consuelo en el ejemplo de nobleza y valentía que José Ángel dejó como legado. Su partida deja una huella imborrable y un llamado a valorar cada momento junto a nuestros seres queridos.
