Culiacán, Sinaloa.– El considerable grupo de peces puede confundirse con piedras de río. Debería ser un cardumen, o tal vez lo es, pero están fuera del agua. Sus escamas ya están consumidas por el calor del sol. Todos yacen sin vida en un punto que debería tener agua del caudal del río Humaya. Son restos de peces diablo.
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La especie no es endémica, es invasora. No es ni siquiera típica de México, lo cual vuelve doblemente alarmante la situación. El binomio sequía y cambio climático preocupa en extremo, según explica Isabel Mendoza Camacho, exsecretaria de Desarrollo Sustentable en Sinaloa en 2021 y especialista en temas medioambientales.
“Estamos hablando de una especie que es exótica y que es invasora y que parte es perfecta para adaptarse a cualquier ecosistema desequilibrarlo y a veces hasta destruirlo”.
La imagen es elocuente. La escasez del agua provoca niveles cada vez más bajos en los tres ríos de la capital de Sinaloa, que, al corte de este lunes 20 de mayo, tiene en sus presas apenas arriba del 11 por ciento de conservación de agua.
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
- Peces muertos en el río Humaya tras sequía en Culiacán. Foto: Ricardo Vázquez
La explicación más allá de la evidente falta de agua y las temperaturas extremas puede ser la falta de oxígeno para esos animales. Sin embargo, algo en lo que se debe insistir es en que la especie del pez diablo no pertenece a ese ecosistema, ya muy golpeado por obra pública y depredación de flora y fauna.
El río Humaya nace en Durango y atraviesa Culiacán. Su extensión es de más de 10 mil 300 kilómetros cuadrados y su cauce termina en el cruce con el Tamazula, dando pie al río Culiacán, cuyo caudal también está disminuido.
La especie invasora del pez diablo ha sido motivo de investigaciones de biólogos en toda la República debido a su naturaleza de “aspirar” sedimentos, y con ello, alimentarse de prácticamente todo lo que está su paso, incluidos huevos de otras especies.
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De acuerdo a lo explicado por Isabel Mendoza, las precipitaciones cada vez más poderosas han ido provocando que diversas especies invasoras se establezcan en los cuerpos de agua mexicanos. Este es un ejemplo.