Los Mochis, Sin.- El pequeño Jeyden, quien sufre insuficiencia renal porque nació con una enfermedad llamada hidronefrosis congénita, este martes fue sometido a cirugía laparoscópica exploratoria y le colocaron un catéter doble J en el riñón más dañado, informó su madre Ana Diseima Parra Corrales.
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Este procedimiento es para que el niño de seis años drene toda la infección antes de poder extirparle el riñón que ya no le funciona y así evitar que le dañe el otro riñón, por lo que el médico urólogo pediatra que lo atiende, pospuso la cirugía de retiro del órgano por 15 días, a fin de que el pequeño paciente esté en mejores condiciones de sobrellevar la operación y salvar su vida, explicó su mamá.
“El doctor para su ver, los estudios que él le había hecho, para su ver, un riñón estaba bien tapado, y él ocupa quitarle un riñón, él se lo va a quitar el riñón, pero como tiene dañados los dos riñones, él quería tratar de salvarle el que tiene más bueno primero, pero sí lo va a operar, dice que en 15 días”.
El costo de la cirugía particular para extirpar el riñón más dañado del niño es aproximado a 120 mil pesos, cantidad que su madre no cuenta con ella por ser de escasos recursos, por lo que espera que pueda operarlo en el Hospital Pediátrico de Culiacán, para lo cual sólo tendría que rentar el equipo necesario para la cirugía.
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La cirugía laparoscópica que se le realizó a Jeyden de manera particular este martes, fue lograda gracias a los donativos económicos aportados por el público de Línea Directa, familiares, habitantes y maestras de la comunidad de Bajósori, Choix, quienes con mucho esfuerzo y amor al niño, reunieron los 70 mil pesos que inicialmente estaba cotizada la operación de riñón.
Sin embargo, como en este procedimiento quirúrgico no fue posible extirpar el riñón, esta cirugía tuvo un costo de 35 mil pesos por la adquisición del catéter, los costos de hospitalización y honorarios del anestesiólogo, ya que el médico urólogo lo atendió de manera gratuita, explicó la madre el niño.
La infección del riñón durante toda su vida le ha impedido a Jeyden crecer y desarrollarse, por eso a sus seis años apenas pesa 11 kilos y su piel y sus ojos están amarillos, además de que está perdiendo la vista.
