Agua Verde, El Rosario, Sin.- Momento
de angustia, temor y horror vivieron vecinos de la sindicatura de Agua Verde,
El Rosario, esto luego de ser despertados pocos minutos después de la 01:00
horas por las ráfagas de rifles de alto poder en las inmediaciones de la
colonia Benito Juárez.
Aunque el ruido fue ensordecedor, sobre
todo para quienes viven cerca del ?palo huevo?, un enorme árbol de guanacastle
que fue bautizado así debido a que diariamente un grupo de hombres acude al
sitio y se sienta a descansar, y que no sabían que ese día sería el último que
acudirían a refugiarse bajo la sombre del frondoso árbol.
?Yo escuché los disparos, me asusté, ya
no pude dormir; ya al rato supe dónde había sido y vine, muchos venimos, los
vimos ahí tirados, cómo los dejaron, pobrecitos?, dijo una de las curiosas que
ya con la presencia de la autoridad se encontraba detrás de la línea amarilla
que delimitaba la escena del crimen.
Los cuerpos fueron cubiertos con
sábanas; algunos tenían veladoras puestas a sus pies. Varias familias acudían
para saber de qué se trataba, qué había sucedido; algunas para confirmar si se
trataba de algún familiar; y al corroborar sus sospechas, las desconsoladas
madres caían de rodillas sobre la tierra.
?Hay no, mi hijo, hijito por qué,
quiero verlo, déjenme verlo?, gritaba de manera desgarradora la madre de uno de
los fallecidos mientras luchaba contra sus parientes que intentaban controlarla
y alejarla de la horrorosa escena.
A paso lento y sostenida por un bordón,
llegó una anciana; las lágrimas escurrían por su rostro y se deslizaban entre
sus arrugas; quería confirmar por sus propios ojos que uno de los hombres que
se encontraba tendido bajo una de esas sabanas era su nieto; los curiosos se lo
afirmaron, y con la mista lentitud que llegó se fue.
Luego de varias horas la autoridad hizo
su trabajo, retiró los cuerpos, la línea amarilla, y dejó libre el acceso; las
decenas de curiosos llenaron el lugar, recorrieron la zona, mientras que otros
empezaron a rociar agua bendita donde habían quedado los cuerpos.
El temor era evidente, pero la
curiosidad era más fuerte, algunos ya no saldrán de noche, otros no podrán
dormir en días; el miedo se siente entre la comunidad. Algunos piensan que esto
durará sólo días y después todo volverá a la normalidad.WM
Entre temor y asombro viven asesinatos en Agua Verde
Los habitantes narran con horror el sonido de las armas de alto poder los sorprendieron mientras dormían, dejando enlutadas a seis familias
Fuente: Internet