Los Mochis, Sin.- El 6 de enero se celebra en México el Día de la Enfermera, instituido desde
el año de 1931 una vez que se calificara la presencia de las enfermeras como un
?regalo de reyes? para los pacientes.
Y aunque constante es el comentario de que los médicos y las enfermeras
suelen ser apáticos al dolor ajeno, prepotentes e intolerantes, María Crisitina
Leyva Barraza, quien ejerce esta valiosa profesión desde hace 26 años dijo lo
contrario, al mismo tiempo que expresó sentirse orgullosa de su oficio.
?Cada vez que tu sales de una
guardia sales con el corazón encogido de tanto dolor que vez, de tanto dolor
humano, sí tenemos sentimientos, no somos insensibles somos almas con sentimientos,
es cierto que claro de algo tiene uno que vivir y a veces recibimos un sueldo
muy raquítico, a veces no tan raquítico, pero
lo que nos satisface a nosotros es un gracias, y estoy orgullosa de ser
enfermera y si volviera a nacer diría: quiero ser enfermera?.
Doña María Cristina aconsejó a las nuevas generaciones a desempeñar su
labor como enfermeras por vocación y no por interés económico, a hacerlo con
amor, dedicación y entrega que es lo menos que pueden hacer por mitigar el
dolor de los enfermos, y aprovechó para entonar las notas del Himno de las
Enfermeras, como un homenaje para sus colegas.
?Somos consuelo donde está el dolor,
somos anhelo, somos consuelo, donde la patria pone su furor? sin otra ley que
nuestra religión, vamos haciendo el bien sin distinción, sanando heridas,
forjando heridas, hacer el bien sin saber a quién?.
Destacó que ayudar a salvar vidas y aminorar o quitar el dolor en los
enfermos es la mayor satisfacción que un profesional de enfermería pueda tener,
aunque las condiciones laborales con las que el gobierno los mantiene se
encuentran relegadas y se requiere de mayores estímulos económicos.Más que un trabajo la enfermería es una vocaciónA pesar de no ser alentada por muchas de sus compañeras de trabajo para ejercer como enfermera el resto de su vida, ante las escasas oportunidades de crecer económicamente con esta profesión, María Guadalupe Ramírez Sánchez, asegura que su vocación es ayudar a otros seres humanos a mejorar sus condiciones de salud cuando más se requiere.A sus escasos 23 años de edad, recién egresada de la escuela de enfermería de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y con apenas un año en la práctica profesional, asegura no hay nada que le reditúe mejor que la gratitud de las personas a quienes ha apoyado.?Cuando las personas me dan a saber que hago un buen trabajo, eso parea mi es una recompensa muy grande, que me lo digan ¿Algún momento en particular que tu recuerdes? Pues hay muchos y no recuerdo bien uno, pero en si cuando trabajamos todos en equipo para poder salvar a la persona?.Al ser cuestionada sobre sus aspiraciones a futuro, reveló que se trata de una lucha constante y nada fácil de cara a las cuantiosas sumas para obtener la especialización, y la prolongada espera para colocarse en una base al interior de una institución médica, sin embargo aseguró tiene la fuerza y el temple para esperar firmemente cuanto sea necesario.Reiteró que el cuidado de la salud es un trabajo que le permite mantener latente su sentir humano y tener presente a diario el valor de la vida, asegurando que los momentos más fuertes para ella han sido el no poder prolongar la existencia en vida de un paciente y dar una noticia negativa a familiares y amigos, situación que asegura ni los estudios ni la experiencia, vuelven más sencilla.Mira el video aquíIR
Enfermeras festejan su día este 6 de enero
María Crisitina Leyva Barraza, quien ejerce esta valiosa profesión desde hace 26 años expresó sentirse orgullosa de su oficio
Fuente: Internet