Guasave, Sin.- La catástrofe del 04 de febrero del 2011, es un recuerdo que ha quedado en la memoria de los productores agrícolas, particularmente de maíz, por ello el sólo escuchar los pronósticos de bajas temperaturas hace que la piel se les erice, así lo recordó el campesino Manuel León Perea, quien manifestó que ante el pronóstico de heladas, seguramente se incrementará la demanda de agua para riego.
Dijo que es el único que recurso que les queda, ya que la quema de llantas es obsoleta, saben que no surtirá efecto y peor aún, contaminará el ambiente, son pocos los productores que la buscan ya como alternativa, sin embargo, contra la naturaleza muy poco se puede hacer y lo comprobaron hace 12 años.
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“Regar los cultivos en cuanto sientas que va a haber temperaturas bajas y que el cultivo ya está cerca del riego para que se salve de las heladas, pero en la helada que hubo en el 2011 mucha gente hicimos la práctica, y decíamos nos va a servir esto y no sirvió de nada, se llevó parejo, inclusive como que le había entrado por el tallo el agua y se doblaba más fácilmente, en cuanto se descongeló se caía la planta”, mencionó.
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León Perea deseó que la generalización de los primeros de auxilio para el maíz no provoque problemas en la actividad, pues ante los pronósticos, aquellas siembras que ya están cercanas a las fechas buscan protegerse, siendo casi los mismos tiempos que tienen todos los productores, así que el apuro será general y eso genera conflictos internos en los módulos.
