Culiacán, Sin.- En enero la señora María Esperanza Hernández Lugo cumple siete años que dejó su pueblo en la sierra del municipio de Sinaloa por salir huyendo de la violencia.
Vivía con sus hijos en Ocurahui cuando empezaron los asesinatos, “levantones”, quema de casas, pero fue una mañana cuando encontraron asesinados a los integrantes de una familia humilde de jornaleros cuando se dieron cuenta que ya nadie estaba seguro y salieron huyendo.
Reclamó que han pedido soluciones de fondo al gobierno en cuanto a vivienda, empleos, salud y educación para sus hijos, pero únicamente les han dado cuatro despensas.
“En estos siete años nos han apoyado como con cuatro despensas el gobierno, ha habido una omisión total al problema, pero ellos se empeñan en negarlo y decir que la mayoría volvió a sus comunidades cuando es una total mentira”, comentó.
Dijo que tan solo en Sinaloa de Leyva hay 40 comunidades abandonadas, lo que representa más de 600 familias que han dejado sus viviendas por miedo.
En el Foro de Desplazados por la Violencia en la Sierra de Sinaloa con Diputados Locales comentaron que en 16 de los 18 municipios existe este problema de migración por la inseguridad y las autoridades no reconocen el problema.