Mazatlán, Sin. – La plazuela Zaragoza es el sitio perfecto que alberga a decenas de “jóvenes de corazón” que cada 15 días se reúnen para mostrar sus mejores pasos de bailes al ritmo de danzón, merengue, chachachá y otros géneros que hacen palpitar sus corazones.
Adultos no se quedan con las ganas y asisten a bailar en la plazuela Zaragoza
En la pista se puede observar el brillo de los ojos de los adultos mayores que deciden disfrutar de una tarde agradable, tal es el caso de Julieta Serrano Rodríguez, quien a sus 80 años edad asiste a este evento desde sus inicios porque en aquí una forma de distracción.
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“Desde que empezaron, yo tengo 80 años; son unas tardes inolvidables, desgraciadamente después de pandemia era cada 15 días, pero antes era cada semana y era más tiempo, ahora son nada más dos horas”.
-¿Cada cuánto se da esto?
“Cada 15 días, los jueves”.
Julieta Serrano Rodríguez
Doña Julieta comparte que asiste sola a los “Jueves de Danzón” desde que se murió su esposo hace cuatro años y refiere que ella todavía está viva, y que se vive todos los días como si fuera el último. Asimismo, afirma que siempre le gusta andar guapa, porque a su edad no debe de guardarse nada.
“Yo no necesito compañero, yo soy viuda, yo bailo sola, pero yo bailo merengue, chachachá, salsa, mambo. Uno de grande todos los días tienen que vivir como si fuera el último día; yo estoy en una casa de adulto mayores del DIF, yo todos los días me voy como si fuera una fiesta, para que quiero las cosas guardadas”.
Doña Julieta luciendo espectacular a sus 80 años
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La mujer de 80 años dice que nunca es tarde para hacer lo que te gusta y que la edad no es impedimento, puesto que ella hace 4 años comenzó a estudiar una carrera universitaria, sin embargo, por la pandemia tuvo que desertar, pero planea retomarla.
La plazuela Zaragoza se ubica en el Centro de la ciudad y por mucho tiempo ha sido un sitio que recibe a adultos, ya sea acompañados o solos, que quieren distraerse y divertirse, bailando los diversos géneros como es danzón, merengue y mambo, entre otros, dando muestra de que la vida hay que vivirla como si fuera el último día.
