Culiacán, Sinaloa.- Las mujeres que deciden interrumpir su embarazo dentro del marco legal, no quieren hacerlo en los servicios de salud público y privado de Sinaloa, sino con acompañante o por cuenta propia, por las violaciones a derechos humanos que sufren por parte de especialistas.
El colectivo “No se metan con nuestras hijas”, denunció que por quejas de las mujeres que han acudido a hospitales en el estado, se continúa haciendo procedimientos que según el lineamiento técnico para la atención del aborto seguro en México, no se deberían hacer, como son los legrados.
Heidi Mares, vocera del colectivo, acusó que en el Hospital de la Mujer se siguen realizando los legrados de rutina, al parecer, sólo dos médicos aceptan llevar a cabo la interrupción del embarazo, y se tiene el rumor entre las jóvenes que acuden, que hay ciertos días para que se haga el procedimiento, por ser más los doctores objetores de conciencia.
Sobre esto último, Priscila Salas, vocera del colectivo, comentó que los hospitales deben de tener el personal suficiente para atender a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo.
“Aquí lo preocupante es que las mujeres no quieren hacerlo en los servicios de salud, prefieren hacerlo con una acompañante, aunque ellas tengan que comprar el medicamento, o usar un procedimiento combinado de misoprostol, y algunos tecitos y hierbitas, porque nosotras como acompañantes estamos capacitadas de muchas organizaciones nacionales e internacionales”, subrayó.
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Además, por experiencia de las mujeres que terminan acercándose al colectivo, han detectado que en el Hospital de la Mujer sólo están utilizando el misoprostol, cuando los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud, aconseja combinar con mifepristona.
En este caso, las pastillas que entregan son en un cono de papel y el personal médico ha hecho comentarios que indican que interrumpir un embarazo debe ser doloroso.
Priscila Salas recordó que de acuerdo al lineamiento técnico para el manejo del aborto en México, los legrados son obsoletos, tal y como han publicado la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, y Servicios de Salud de México.
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Previó a la legalización en el estado, recibían de dos a tres mujeres por semana, y ahora pueden llegar a ser hasta ocho las mujeres que prefieran un acompañamiento externo a los servicios de salud, tanto público como privado.
El colectivo “No se metan con nuestras hijas”, exhortó al gobernador Rubén Rocha Moya, a que instruya al secretario de Salud, Cuitláhuac González, a que se cumplan con los lineamientos técnicos de salud, se capacite al personal, y se compren los medicamentos que se necesitan.
Al mismo tiempo, el llamado a las mujeres que sientan que sus derechos fueron vulnerados, que presenten una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
