Guasave, Sin.- El contingente salió del monumento a La Madre y cruzó las principales calles del Centro de la ciudad para llegar al malecón María del Rosario Espinoza, al grito de “Ni una más, ni una más y las niñas no se tocan”, emprendieron la protesta para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, haciendo énfasis en que en Guasave ni perdón ni olvido porque hacen falta Leydi, Irasema, Bertha, Yaritza, Mayra, María Guadalupe, Clarisa, Oralia, Rosa, Kareli, Martha, Saida y Reina.
Eran mujeres vestidas de morado del grupo de Sororas acompañadas por las madres Rastreadoras capítulo Guasave, todas con pancartas en mano en las que se leían algunas consignas y reclamos: “Te dije que no y no te importó”, “Yo sí te voy a creer”, “No estás sola”, “No fue mi ropa, ni donde estaba” y otras frases que llegaban al alma. La mayoría de las manifestantes eran jóvenes.
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A la protesta por la conmemoración del día de la mujer guasavense se incluyó María Guadalupe, la hija de mayor de Leydi Yarabi, quien lloró desconsolada cuando tomó el micrófono para dar su testimonio y pidió la ayuda para visibilizar la falta de justicia a este caso en el que temen haya impunidad.
“A mi mamá hace dos años le arrebataron la vida, nunca se imaginaron ellos el dolor que nos iban a causar tanto a mis hermanas, su nieta y a mi familia, y solo quiero que se haga justicia y que el culpable pague, pero que pague en vida porque si le hacen algo no va a sufrir, lo que le hicieron a mi mamá no tiene perdón, siempre fue una mujer alegre y feliz, dio todo por mí y por mis hermanas, yo solamente quiero justicia y que se haga justicia y que el culpable no quede libre“, exigió la mayor de tres hijas de Leydi.
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Inmediatamente las mujeres la arroparon con la exigencia de “justicia, justicia, justicia”.
Después de las manifestaciones y los testimonios, ellas mismas empezaron a leer las acusaciones que fueron evidenciadas en el tendedero del acoso en el que se leyeron nombres de políticos, de médicos, de profesores, de dirigentes ejidales y muchos más a quienes acusaron de acosadores, de deudores alimenticios y hasta de abusadores sexuales.