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Mazatlán, Sin.- En México ser empresario no es cosa fácil y menos en estos momentos donde existe una mayor presión en cuanto a la manera de recaudar y obligados a cumplir con los impuestos y que también la sufren para evitar problemas, pero sobre todo para cumplir sin caer en problemas fiscales, apuntó José Luis Ureña Lizárraga.
El presidente del Colegio de Contadores Públicos de Mazatlán, indicó que el círculo está muy cerrado, y la fiscalización muy bien calculada, pero lo grave es que en medio de alza de inflación si no hay crecimiento económico, no va a haber mayor consumo y eso perjudicará a la recaudación de impuestos indirectos.
“En México tenemos una tasa impositiva, por ejemplo, para una persona moral, 30 por ciento cuando paga el impuesto a la moral, luego cuando el socio se va a llevar el dividendo paga otro diez por ciento, o sea ya es una tasa efectiva del 37 por ciento, y cuando el socio presenta, su declaración anual para acumular ese dividendo paga otro cinco por ciento, o sea de cada peso que retiró el socio pago en Impuesto Sobre la Renta 42 centavos, o sea un 42 por ciento”.
Ureña Lizárraga agregó que a este panorama se le suma que México es el único país de la OCDE que tiene el tema de la Participación de los Trabajadores en la Utilidades que es del 10 por ciento, eso significa que se destinan 52 centavos de cada peso, lo cual representa una carga dura para los empresarios, sin embargo, en medida de lo posible se hace frente para no tener problemas fiscales.
