Culiacán, Sin. – Dicen que la ausencia de un hermano deja una cicatriz en el alma que ni el tiempo puede sanar. Héctor Melesio Cuen Ojeda llevaba ese dolor en el pecho desde el 2 de julio de 2012, un día después de las elecciones federales, cuando su hermano Jesús Alfredo Cuen Ojeda fue asesinado en Culiacán, a unos metros de donde se encontraba él.
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La fotografía captada en aquel momento dio la vuelta al país entero en notas nacionales, Cuen Ojeda en cuclillas en el suelo, viendo con tristeza el cuerpo de su hermano en las inmediaciones de una plaza comercial cercana al zoológico. El silencio y su mirada lo decían todo.
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Ocurrió a plena luz del día alrededor de las 09:00 horas, en el cruce del paseo Niños Héroes y la avenida Sepúlveda. Jesús Alfredo Cuen Ojeda estaba a punto de subir al lado del copiloto de una camioneta cuando fue atacado a balazos por al menos dos sujetos desconocidos. En el ataque, el conductor del vehículo resultó herido.
Jesús Alfredo Cuen Ojeda, de 59 años, era especialista en Medicina del Deporte y se desempeñó como encargado de la Dirección de Deportes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) durante dos periodos rectorales consecutivos.
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Años más tarde de aquella tragedia, la fatalidad sería la causa que le arrebataría la vida a Héctor Melesio Cuen, quien ingresó herido de bala a una clínica privada de Culiacán la noche de este jueves 25 de julio.
De acuerdo a testigos, se hizo lo posible por mantenerlo con vida y se le aplicaron trasfusiones de sangre, pero su corazón no resistió. Amigos y familiares se dieron cita al exterior y en un acto de respeto le aplaudieron a su cuerpo sin vida cuando fue sacado del lugar con rumbo al Servicio Médico Forense.